Gerardo TOVAR

Oaxaca, Oax., 07-mar-2015.- En los últimos meses las amenazas de muerte en contra del periodista oaxaqueño Filadelfo Figueroa se han recrudecido, quien ya fue objeto de un atentado en su domicilio el 8 de agosto del 2012.

Figueroa es crítico serio de la administración de Gabino Cué Montagudo, a quien ha señalado a través de su columna que se burló del pueblo de Oaxaca al prometerles un cambio y no cumplir, por el contrario nombró como sus funcionarios a un grupo de amigos que solamente se han dedicado a saquear los recursos públicos.

Filadelfo Figueroa es un periodista que en su momento fue de los que dieron cobertura a Cué Monteagudo cuando le cerraban los espacios en los medios de comunicación locales, en radio y prensa escrita.

Sin embargo, al ver que Cué Monteagudo no cumplía se convirtió en un duro crítico, lo que le han traído como consecuencia una serie de amenazas y atentados.

Ello, lo ha orillado a vivir una vida limitada, de poca asistencia a lugares públicos, de haber dejado de conducir un noticiero local llamado Prensa Libre ante el temor que llegarán a privarlo de la vida en ese lugar.

Nos dice que se ha acostumbrado a llevar una vida de sobresaltos, cuidándose de no ser seguido, de que algún desconocido se le acerque y de estar en las noches en su domicilio pendiente de cualquier ruido.

Desde que sufrió un atentado en su domicilio señala que ya nada es igual, que su vida cambió radicalmente, incluso la de sus amigos que están enterados de las amenazas de muerte.

Figueroa es director del Semanario Prensa Libre; escribe la columna Apando en el diario El Gráfico y conduce un noticiero radiofónico Prensa Libre, el cual se trasmite en todo el Estado a través de las Radios Comunitarias.

Las amenazas en su contra se han recrudecido en los últimos meses mediante su teléfono celular, en un ambiente de violencia política en Oaxaca.

El periodista nos expresa su temor de que la clase política a la que se cuestiona quiera matar un comunicador en Oaxaca, como escarmiento para todos los demás y en esa lista pueda estar incluido.

Lo riesgoso es que los mensajes de amenazas recibidos tengan cierto parecido con el que les ha llegado a algunos líderes sociales y otros comunicadores en la entidad.