Elecciones referéndum al gobierno de Gabino Cué, que aventaja el PRI

Candidato electo del PRI-PVEM-PANAL
La geografía política de Oaxaca ha cambiado con los resultados electorales del domingo pasado.

Entrelíneas

Miguel Ángel Schultz

La geografía política de Oaxaca ha cambiado con los resultados electorales del domingo pasado, donde el PRI-PVEM-Panal alcanzó la Gubernatura del Estado con su candidato Alejandro Murat Hinojosa, con el 32.03% de los votos, frente al 24.97%  de José Antonio Estefan Garfias del PAN-PRD, lo que para muchos representa una regresión política para Oaxaca.

Ello tiene su lógica, al ser unos comicios por la elección del menos peor, tanto entre los candidatos como entre los partidos. Es necesario precisar que los resultados aquí registrados corresponden al Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que no son vinculantes, por lo que se debe esperar la calificación de las autoridades correspondientes para considerar un ganador.

Estas elecciones resultaron un referéndum para el actual gobierno de Gabino Cué, que llegó al poder como la gran esperanza del cambio y significó un gobierno fallido, que de acuerdo a los indicadores de desarrollo durante su administración siete de cada diez oaxaqueños vivimos con carencias y la pobreza extrema se incrementó al 23 por ciento.

Su mandato se ha caracterizado por su falta de compromisos, su actitud autoritaria (de mano blanda), que lo ha llevado a agraviar a la sociedad que lo llevó al poder, que a lo más que llegó es a cambiar de nombre al Palacio de Gobierno y bautizarlo como “Casa del Pueblo”.

Pero que no tuvo la capacidad para atender las necesidades más apremiantes de la población, a pesar de los presupuestos históricos que suman más de 450 mil millones de pesos, que ha ejercido durante sus casi seis años de administración. Prueba de ello es que la Secretaría de Salud, dentro de tres días cumplirá un año sin titular y sólo con un encargado, Héctor González, quien no puede ni designar a su chofer, porque no decide nada.

Gabino Cué dejará una deuda pública del orden de los 12 mil millones de pesos, cuando la recibió en cinco mil millones de pesos de su antecesor, Ulises Ruiz Ortiz, y tiene un nivel de aceptación peor, del que podríamos pensar el mandatario más repudiado de Oaxaca.

De acuerdo a una encuesta publicada por el diario Reforma, Cué al final de su sexenio tiene una aprobación del 30% frente al 64% desaprobación; ésta por debajo no sólo de Ulises Ruiz, que tenía el 35% de aceptación y desaprobaba el 48%, al final de su sexenio. Sino también, del presidente Enrique Peña Nieto, que lo aprueba 32% y desaprueba el 63%.

Otro dato revelador de esa encuesta es que el 84% de los encuestados opinó que una coalición como la que encabezó Gabino Cué, le faltaba mucho por hacer y sólo el 7% opinó que cumplió con las expectativas.

De ahí que Estefan Garfias, a pesar de ser tal vez el mejor candidato, por su formación y fortalezas, a pesar de venir del PRI, como muchos de los actuales perredistas, al no deslindarse de Gabino Cué se hundió junto con él y no supo interpretar que la ruta que siguió, rodeado de funcionarios “gabinistas” lo llevaban a la derrota.

Más aún, atrapado por la descomposición interna del Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuyo dirigente estatal Carol Antonio Altamirano, abandonó a su partido en los momentos cruciales, para satisfacer sus apetitos de poder y aparecer como candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a diputado local.

El gran derrotado, al no cubrir sus propias expectativas, fue el senador con licencia Benjamín Robles Montoya, quien alcanzó una votación de acuerdo al PREP de 169 mil 451. Que insistió una y otra vez en su argumento que quien fuera mejor en las encuestas, debería sumarse para unificar a la izquierda.

Tampoco pudo ver ni aceptar que ya no era su momento, sino el de Salomón Jara Cruz, no tanto por él, sino por lo que representa el partido de Andrés Manuel López Obrador, aunque alcanzó el triunfo en 14 municipios.

Morena por si sólo tiene un caudal del orden de los 353 mil 805 votos, de acuerdo al PREP; en tanto que el PRI-PVEM-PANAL alcanzan 496 mil 724 sufragios y el PAN-PRD 387 mil 066 votos. Por lo que representa la gran sorpresa, construida con la alianza entre grupos de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

La cámara de diputados estará conformada por 15 diputados de mayoría del PRI; siete del PAN-PRD y tres de Morena. Quedando pendientes de designarse los 17 diputados de representación proporcional, que en total suman 42.

En los gobiernos municipales se dio una redistribución entre los partidos y los candidatos independientes o ciudadanos, que lograron alcanzar el triunfo en ayuntamientos significativos como el de la Villa de Putla.

En tanto, la dirigencia del PAN encabezada por Juan Mendoza Reyes reconoció que perdió municipios gobernados por el blanquiazul como Matías Romero, Miahuatlán de Porfirio Díaz, Santo Domingo Ingenio, Xadani y Mitla.

Ahora se inicia la calificación de las elecciones, cuya actuación del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), dejó mucho que desear, por lo que se abrirá un periodo de turbulencia política, que esperemos que no se exprese de manera violenta como ha sucedido en otros momentos, cuya cuota en vidas ha sido alto.

@MiguelAschulz

oaxacaentrelineas@gmail.com

josé

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