Oaxaca sin gobernador ni gobernanza, ante un baño de sangre

Ante un baño de sangre
El gobernador Gabino Cué, con no hacer nada, hace mucho por la represión.

Entrelíneas

Miguel Ángel Schultz

Oaxaca vive un grave conflicto de gobernanza que se expresa en el establecimiento de hasta 18 bloqueos carreteros, por parte de la Sección 22 del SNTE y organizaciones sociales que la apoyan, en las regiones de la Costa, Istmo, Mixteca, Cañada y Valles Centrales, por lo que prácticamente su economía está semiparalizada. Además por la realización de multitudinarias manifestaciones que muestran un ascenso de la movilización popular en contra de la Reforma Educativa y también por un sinfín de agravios cometidos en contra de la sociedad por Gabino Cué, que en noviembre concluye su sexenio.

El estallido se desencadenó a partir del pasado sábado 11 de junio, cuando elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) detuvieron en Tehuantepec al secretario de Organización de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Francisco Villalobos; por la noche las fuerzas federales desalojaron el bloqueo en la entrada de las instalaciones del IEEPO y la carretera federal 190. Además de la aprehensión, en la ciudad de México, de Rubén Núñez Ginez, secretario General de la 22.

Estos operativos representan un manotazo de los gobiernos federal y estatal para “terminar de una vez por todas”, con la resistencia de Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO), que inicio hace 36 años, el 1 de mayo de 1980.

Resulta infantil creer que la decisión de reprimir al magisterio, no fue tomada con el visto bueno de Gabino Cué y del gobernador electo, Alejandro Murat Hinojosa, del PRI, ya que las acciones de fuerza, se efectuaron en la víspera y el mismo día, en que quien será el nuevo mandatario recibió su constancia de mayoría como gobernador electo.

Los estrategas que diseñaron las acciones, consideraron que los encarcelamientos, provocarían reacciones, estás estarían serían manejables, que comparado con los beneficios valía la pena correrlo: 1.- alejarían el problema electoral como eje electoral. 2.- Mostraría la mano firme de quien será el nuevo mandatario. 3.- Los platos rotos los paga Gabino Cué, que ya se va y que no le importa cómo se va. 4.- Se descabeza a la Sección 22 formalmente. 5.- Se da entrada a la dirección nacional del SNTE. Y 6.- Se compran conciencias de los nuevos dirigentes de la Sección 22 y de las organizaciones sociales.

Sin embargo, en política nada es mecánico ni jugadas de pizarrón, porque escogieron una fecha arraigada en la memoria colectiva del pueblo de Oaxaca, 14 de junio del 2006 y de la resistencia y organización de la 22, los 36 años de existencia no han sido echados en saco roto. Es bien cierto que la actual dirigencia sindical magisterial tiene muchos elementos para ser cuestionada, criticada, que los abusos contra sus propios representados son muchos, ello no implica que serían abandonados por sus bases ante su encarcelamiento.

Así que el pasado 14 de junio, los primeros sorprendidos fueron las autoridades con la vitalidad de la movilización efectuada ese día, en la que se congregaron mil y miles de personas recordando la luchan del 2006, pidiendo la libertad de sus dirigentes y en contra de las reformas estructurales en el país, sobre todo la Educativa.

La explosividad social se respira en el aire, por el malestar alimentado por Gabino Cué, que a lo más que llegó es a llamarle al Palacio de Gobierno La Casa del Pueblo y a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPPO), pero fuera de eso es un gobierno hueco, vacío de cualquier sentido social y democrático.

En estos momentos aciagos para Oaxaca, ante la presencia de miles de elementos de las fuerzas federales para reprimir a los maestros, le consigue chamba en la PGR a Eréndira Cruz Villegas, quien tenía que estar vigilante del respeto de los derechos humanos por ser la coordinadora de Atención a los Derechos Humanos del Gobierno de Oaxaca.

Otra muestra de la frivolidad de esta administración fue invertir miles de pesos en transmitir en pantallas gigantes el encuentro de futbol entre las selecciones de México y Chile en la Ciudad de las Canteras, cuando los trabajadores del sector salud, marchan en las calles pidiendo medicinas y instrumental médico y hasta batas y sabanas. Esto recuerda cuando a María Antonieta de Austria, la reina de Francia, -decapitada durante la revolución francesa 1793- le decían que el pueblo no tenía pan para comer y ella recomendaba, “si no tienen pan, que coman pasteles”.

Otros elementos que no tomaron en cuenta los estrategas de la represión, es que estamos ante un relevo gubernamental, cuyo mandatario entrante -Alejandro Murat- el 1 de diciembre próximo sólo representa el 23.23  por ciento del total de votos emitidos, por lo que tienen que trabajar para alcanzar su legitimidad ante el pueblo de Oaxaca.

A los estrategas de los gobiernos estatal y federal, si bien les preocupó el ascenso electoral del partido Morena de Andrés Manuel López Obrador en Oaxaca y en las otras entidades donde hubo elecciones, no era el camino calificarlo como cerebro de la CNTE (para revivir la campaña en el 2006 “Un peligro para México” que llevó a la presidencia a Felipe Calderón, del PAN).

Ello, por un lado encueró a Aurelio Nuño Mayer, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en su pretensión de ser candidato presidencial por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para el 2018 y por otro se descalificó como operador de la Reforma Educativa, al politizar el conflicto, que hoy incendia Oaxaca y otras entidades del país.

Por su parte, los integrantes de la Sección 22 deben aprender las lecciones del 2006, que no fue un movimiento triunfante, que las barricadas y el radicalismo trasnochado, sólo dio pie a los provocadores, para que agredieran los derechos fundamentales de la población y con ello se ganó el rechazo popular, por lo que deben sacudirse de ellos, que sin querer o queriendo le hacen el caldo gordo tanto a Nuño Mayer como a Enrique Peña Nieto, a sus reformas estructurales y a su peón en Oaxaca, el gobernador Gabino Cué, que con no hacer nada, hace mucho por la represión.

@MiguelAschulz
oaxacaentrelineas@gmail.com

josé

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