Oaxaca.- Habitantes y comerciantes de la avenida Hidalgo, acceso principal a San Felipe del Agua padecen desde más de ocho meses, los efectos de la lenta pavimentación de la calle. Por el otro, la indolencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por impedir la destrucción del antiguo acueducto que baja hacia el centro de la ciudad.
“Tenemos pérdidas de entre 60 y 80 por ciento, porque no llegan ni los clientes ni los proveedores”, dice la gente que tiene algún comercio o empresa.
“Hemos denunciado el daño a nuestro patrimonio y nadie hace caso”, asegura el ecologista y habitante de esa agencia, Nasario García.
En la esquina de Hidalgo, por donde baja el acueducto no les importó a los trabajadores responsables cortar una parte del acueducto, para ajustar una alcantarilla; en varias partes dispersó las antiguas piedras que formaban parte del afluente histórico.
El número 100 esquina con Aldama, se construye una mansión cuya obra cuenta con una suspensión por parte del INAH, pero que continúa en proceso.
El propietario del predio colocó láminas sobre el patrimonio colonial, cerrando incluso el paso peatonal, para impedir que se puedan ver los trabajos que realiza sobre el antiguo paso de piedra por donde corría el agua.
“Calculamos que han dañado por lo menos 20 metros del acueducto y hasta ahora el Centro Oaxaca del INAH ha puesto oídos sordos a los habitantes de San Felipe”, acusa el nativo de la agencia y presidente del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas Oaxaqueñas (COAO), Nasario García Ramírez.
Desde hace tres años, quienes fungían como autoridad auxiliar solicitaron al ayuntamiento de Oaxaca y al INAH, permiso para abrir un paso sobre el acueducto, con el fin de agilizar el tránsito de los deudos hacia el panteón municipal, sin embargo, les fue negado.
“Hoy vemos cómo con absoluta impunidad se destruye esta obra histórica y hasta ahora ninguna autoridad ha hecho algo”, explica.
En los próximos días, presentará una denuncia ante el INAH, con el fin de que se actúe.