El Papa ha resaltado que durante toda su estancia en Líbano “el mundo árabe y el mundo entero habrán visto, en estos momentos de turbación, a los cristianos y a los musulmanes reunidos para celebrar la paz”. Agradeció el haber sido recibido “con consideración y respeto”.
El papa Benedicto XVI culminó este domingo su histórica visita de tres días al Líbano con un llamado a la convivencia pacífica entre las distintas comunidades religiosas del país.
En el aeropuerto internacional Rafic Hariri de la capital, el Sumo Pontífice agradeció a los libaneses su acogida e hizo especial énfasis en los jóvenes.
Joseph Ratzinger felicitó la diversidad religiosa del Líbano, un país que ha confirmado la existencia de comunidades cristianos, suníes, chiíes y drusos- y señaló que los puntos fuertes de su visita fueron la firma de la Exhortación Postsinodal (documento final) del Sínodo de Obispos para Oriente Medio.
Antes de su despedida del Líbano, Benedicto XVI celebró una misa al aire libre en el muelle de Beirut ante centenares de miles de personas, en la que imploró por la paz en Oriente Medio, en especial en Siria y por la coexistencia entre cristianos y musulmanes en el Líbano.
Durante su alocución, interrumpida en ocasiones por aplausos, el Papa pidió que “el Líbano continúe con su diversidad y rechace el conflicto y a aquellos que obran para separar”.
Ya en el aeropuerto, el presidente libanés, Michel Suleiman, agradeció su visita y sus esfuerzos para proteger el Líbano: “usted se va dejándonos un mensaje de paz y afirmamos que el Líbano quedará tal como es y mantendrá siempre relaciones históricas con el Vaticano”.
Agregó que “nuestra promesa es que el Líbano continúe siendo el país de la democracia y todo su pueblo participará en el gobierno y vivirá junto respetando los valores”.
La máxima autoridad de la Iglesia católica sostuvo reuniones en Beirut con los líderes religiosos de las comunidades cristianas de Oriente Medio, a los que instó a trabajar por la unidad, como Jesucristo deseaba.