Moscú.-El Grupo de las 20 mayores economías del planeta (G20), en el comunicado final de la reunión de ministros de Finanzas y jefes de bancos centrales celebrada en Moscú, prometió que no habrá “guerras de divisas”.
“Nos abstendremos de devaluaciones competitivas. No fijaremos nuestros tipos de cambio con fines de competencia, evitaremos cualquier forma de proteccionismo y mantendremos abiertos nuestros mercados”, consta en el comunicado.
El documento constata que “la excesiva volatilidad de flujos financieros y los movimientos desordenados en materia de tipos de cambio implican consecuencias negativas para la estabilidad económica y financiera”
El G-20 reiteró su compromiso de acelerar el avance hacia tipos de cambio más flexibles y más orientados hacia el mercado, procurar que no hay descoordinación en esta materia y estrechar la cooperación en aras del crecimiento conjunto.
La devaluación del yen cuya cotización actualmente ronda el mínimo de los últimos tres años dio origen a las sospechas de que Japón intenta estimular de esta manera su economía para lograr una ventaja competitiva sobre otras naciones.
El comunicado final no contiene ninguna evaluación de esta política que, según explicaron los representantes de Japón en la reunión de Moscú, busca combatir la deflación.
El ministro ruso de Finanzas, Antón Siluánov, señaló tras la firma del comunicado que hay un acuerdo entre los miembros del G20 para centrar la atención en el derrotero del crecimiento económico, más que en la “manipulación de mercados”.
Los participantes de la reunión ministerial en Moscú subrayaron que unas reformas ambiciosas y unas políticas coordinadas son clave para restablecer la confianza y lograr un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado.
También reafirmaron el objetivo de asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Para la próxima cumbre del G20, que debe celebrarse en San Petersburgo a principios de septiembre, las economías avanzadas deberán desarrollar estrategias fiscales a mediano plazo en línea con los compromisos que sus líderes asumieron en la reunión de Los Cabos, en México.
Aunque la situación en los mercados financieros ha mejorado, el G20 reconoce que “subsisten riesgos importantes, el crecimiento global aún es demasiado precario y el desempleo se mantiene a un nivel inaceptablemente alto en muchos países”.
Se requiere un esfuerzo sostenible para seguir construyendo una unión económica y monetaria más fuerte en la zona del euro, resolver la incertidumbre en torno a la situación fiscal en EEUU y Japón y potenciar las fuentes internas del crecimiento en las economías con superávit. (16 de febrero, RIA Novosti)