La región de Los Chimalapas se encuentra cubierta por un denso mosaico de bosques y selvas al suroeste del estado de Oaxaca, abarca una superficie total de 594,000 hectáreas, de las cuales alrededor de 350, 000 corresponden a selvas altas, 60,000 a bosques de pino-encino y 55,000 a bosques húmedos de montaña. Por su gran riqueza de ecosistemas y por el alto número de especies, la región es una de las más ricas en biodiversidad del continente americano.
Además de su importancia ecológica, los bosques de los Chimalapas son, según algunos expertos, los reguladores hidrológicos más importante de México ya que los ecosistemas de la región capturan y amortiguan mediante su densa cubierta vegetal el flujo de agua de lluvia, y funcionan como importantísimos controladores de los caudales superficiales en las cuencas de los ríos Uxpanapa, Coatzacoalcos y Grijalva, por el golfo de México; así como en las lagunas costeras de Oaxaca y Chiapas por la vertiente del Pacifico.
Dada su importancia ecológica hoy en día esta importante región, no solo para México sino para el mundo entero está siendo amenazada por la tala excesiva de maderas preciosas y tráfico de animales exóticos, aunando a lo anterior el cambio de uso de suelo y expansión de la ganadería y junto con todo ello persistencia de los problemas agrarios entre los estados vecinos (WWF). Frente a todo ello las comunidades indígenas que de manera ancestral han habitado y poseído esta región han realizado una tenaz lucha a favor de sus bienes naturales, mostrando con ello al mundo entero que: “defender a los chimalapas es defender una posibilidad de futuro para la humanidad”.