El movimiento estudiantil de 1968  es un parteaguas en México que abre la participación política  hasta nuestros días, se inscribe en un contexto de la Guerra Fría, de la Primavera de Praga, de las protestas estudiantiles de Mayo en París y de las Olimpiadas en México. La Iglesia Católica asume una actitud a favor de los pobres, libertaria y de compromiso social en Latinoamérica. Sin embargo, el autoritarismo del sistema político de gobierno, a cargo del presidente, Gustavo Díaz Ordaz, se caracteriza por su intolerancia y responde con dureza brutal ante las protestas de los jóvenes, que da como resultado la Masacre del 2 de Octubre. En diversos estados de México estudiantes se suman a las protestas, universidades e instituciones de educación media y superior se declaran en huelga, por lo que no es un movimiento el de 1968 exclusivo de la ciudad de México, habría que reconocer las aportaciones que hicieron diversas entidades y los jóvenes de todo el país.