Periodo de gracia
Porfirio Santibáñez Orozco
Un plazo más se ha cumplido; el tirano ya no está, prometió que lo veremos pronto (a ver si cumple o lo hacen cumplir) y argumentó que por tener cosas más importantes que hacer no iba a estar presente en la ceremonia del cambio.
El festejo cívico no se convirtió en un entusiasmo desbordado, solo bordeó los límites de una sobria celebración republicana, pero fue el marco esperanzador en el que ingresaron a la escena el gobernador electo y sus primeros colaboradores.
Tanto en la lista de nombres como en la sucesión de actos hay acciones y representantes de lo viejo que se niega a morir como de lo nuevo que todavía no nace.
Llama la atención que el gobernador entrante haya integrado en lugares clave de su administración a las dos candidatas que también compitieron por el cargo político más importante del estado; que a una la haya colocado como secretaria general de gobierno y que otra resultara ubicada como su vocera.
Es destacable, también, que por primera vez representantes de comunidades rurales e indígenas hayan sido trasladadas desde sus lugares de origen al Museo del Palacio para legitimar, ceremonia tradicional de por medio, la asunción de este nuevo grupo gobernante que, se espera, trabaje por el bien del estado.
Algunas de las iniciativas del nuevo Ejecutivo que, probablemente, serán secundadas por el congreso son trascendentes; una de ellas inclusive podría dar un vuelco a la aldeana política tradicional. Si la revocación de mandato se norma de manera clara, consensada y transparente la sociedad tendrá un instrumento efectivo para deshacerse de los ineficientes y corruptos; si no se norma como debe se convertirá en una pista de circo o en instrumento para la ejecución de revanchas.
Quienes se quedaron al frente del poder estatal han empezado a vivir desde hoy el periodo de gracia que toda comunidad política brinda a sus nuevos gobernantes; su bono democrático crecerá o se irá al piso en función de lo que hagan.
Quedan por despejar algunas incógnitas como la de saber si habrá impunidad hacia los actos de corrupción y abuso de autoridad que lastimaron a Oaxaca. Lo veremos muy pronto y abundaremos…