* Certificación se suma al proyecto de construir el Cristo Migrante más grande del mundo, de 140 metros de altura
* Y edificar el Nuevo Aztlán para atraer mayor turismo
Yuriria, Guanajuato.- La certificación otorgada a Yuriria como Primera Plaza de la Identidad por el Parlamento de Sabiduría Ancestral se suma al proyecto de convertir a este Pueblo Mágico del sur de Guanajuato en la Esperanza Turística de México, junto con la construcción, aplazada este año por la pandemia, del que sería el Cristo Migrante, una obra de 140 metros de altura, cuatro veces mayor al de Río de Janeiro, Brasil.
Salomón Carmona Ayala, presidente municipal de Yuriria, expresó que en Yuriria “tenemos los elementos para que así sea; mi pueblo vive del turismo y de la agricultura y este año se recortó el presupuesto para los Pueblos Mágicos y para la Conagua, de tal forma que debemos encontrar la forma de acercarnos los recursos necesarios para la subsistencia de nuestra población”.
Carmona Ayala, quien es un presidente migrante que vivió 30 años en Estados Unidos, afirma que su principal objetivo al impulsar dichos proyectos es “darle nuevos bríos al rancho Zapotitos, donde nací, y a la honrosa ciudad de Yuriria, donde crecí”.
Hablante del náhuatl, purépecha e inglés, es un seguidor de la tradición ancestral de los mexicanos, por lo que se involucró para conseguir la certificación de Yuriria como primera Plaza de la Identidad que le otorgó el Parlamento de Sabiduría Ancestral, el cual reconoce a la Laguna de Yuriria como el lugar preciso donde ha de emerger el Nuevo Aztlán, según dio a conocer su coordinador nacional, Acamapixtli JM García Castillo.
“El Nuevo Aztlán se construiría sobre una de las siete islas que se encuentran dentro de la Laguna de Yuriria, donde se realizarán chinampas y se sembrarán plantas medicinales, además de las siete semillas ancestrales de nuestro territorio”, destacó Acamapixtli, quien dio a conocer que el nombre náhuatl del presidente municipal de Yuriria es Cuauhtonaltzin.
Yuririhapúndaro es el nombre purépecha de Yuriria, pero aquí también hubo náhuatls, quienes habitaron siete cuevas en el cerro Chicomostoc, hoy conocido como Cerro Culiacán, expresó Carmona Ayala, quien dijo que es importante rescatar las lenguas nativas y las tradiciones.
Este fin de semana, también, en Yuriria fue presentado el Libro del Conocimiento o Amoztli Tlamatiliztli de la autoría de Acamapixtli JM García Castillo. Igualmente, el abuelo purépecha e investigador reconocido por la tradición, Óscar Arredondo, destacó en una ceremonia previa frente a la laguna, que Yuriria es la primera luminaria de la Nación Purépecha.
Carmona Ayala, migrante mexicano en Chicago que llegó a ser locutor, gerente de una estación de radio y empresario en Estados Unidos tras haber salido de Yuriria con sólo la instrucción primaria, tiene la confianza de que a través de la promoción turística de su municipio podrán salir adelante, por lo que ha firmado cualquier cantidad de convenios de colaboración con otros pueblos mágicos de México, para apoyarse mutuamente en sus sendos corredores turísticos.
Está convencido que tienen la capacidad para hacer de Yuriria la Esperanza Turística de México, reiteró el alcalde, quien dijo que el Cristo Migrante será cuatro veces mayor que el Cristo Redentor o del Corcovado en Río de Janeiro y cinco veces más alto que el Cristo Rey de la Paz que se encuentra en el cerro del Cubilete, en Silao, Guanajuato.
De las ganancias que genere este Cristo Migrante se realizará un centro de atención al migrante con medicinas, doctores, clínicas y otros servicios para darle una vida digna al necesitado.
El Cristo Migrante, que será situado en el cerro Santiago, fue una promesa que realizó cuando tuvo cáncer linfático “y me dije que si Dios me daba una segunda oportunidad, lo haría con el fin de auxiliar a la gente que no tiene para medicinas y doctores, y de allí pueda pagarlos; darles becas a los niños con vocación, al migrante deportado de Estados Unidos y con hijos allá y también para crear dormitorios y comedores gigantescos para la gente que no tenga techo ni dónde comer”.