* Proponen crear políticas públicas acordes; Promueven además uso de copa menstrual como alternativa sustentable
Ciudad de México.- Senadoras, senadores, especialistas y representantes de la sociedad civil analizaron las alternativas para garantizar a niñas y mujeres, sobre todo de escasos recursos y en situación de vulnerabilidad, el acceso a productos de gestión menstrual.
Durante el foro “La copa menstrual como alternativa sustentable”, al que convocó el senador Miguel Ángel Mancera Espinosa, llamaron a abordar, sin tabúes, este tipo de temas, a fin de construir una política pública que garantice la salud de este sector de la población.
La presidenta de la Mesa Directiva, Olga Sánchez Cordero, dijo que promover productos como la copa menstrual, como una responsabilidad del Sistema de Salud, es indispensable para asegurar el ejercicio de los derechos de todas las mujeres.
En México hay 25.7 millones de mujeres en situación de pobreza, de las cuales, 12.6 millones no cuentan con acceso a agua potable y nueve millones no tienen servicios de salud, entonces ¿cómo van a tener acceso a los tampones menstruales o a las toallas femeninas?, cuestionó.
Agregó que hay 12 mil mujeres en prisión, 92 por ciento en edad reproductiva, pero de ellas, 63 por ciento tuvo que pedir artículos de aseo personal, pues no hay en los centros de reclusión.
Sánchez Cordero subrayó las iniciativas que se han presentado para lograr, por ejemplo, la eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en productos de higiene menstrual, así como incluir la copa menstrual como un elemento de salud.
También destacó las propuestas para que el Estado facilite el acceso de dichos productos en escuelas, en el Sistema Penitenciario Federal y en el Sistema Nacional de Salud.
Al hablar de las ventajas de la copa menstrual, Sánchez Cordero detalló que este producto es más amigable con el medio ambiente y con el bolsillo de las mujeres, debido a que su costo oscila entre 400 a 600 pesos y se recomienda cambiarlas cada 10 a 12 años.
Además, puntualizó, los productos como tampones y toallas sanitarias suelen contener plásticos y compuestos químicos, muy perjudiciales para el medio ambiente.
Mancera Espinosa, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD), llamó a los legisladores a insistir en adecuar el marco normativo para que, en las escuelas, sobre todo, las que tienen más alto grado de marginación, niñas y mujeres cuenten con productos gratuitos de gestión menstrual.
“Aquí en el Senado de la República continuaremos instando en estos temas, para que los planteles educativos que tienen más necesidad, se les garantice este tipo de productos, además de que se incluya a las mujeres que están privadas de su libertad y que requieren de este tipo de apoyos”, comentó.
Es importante, agregó, terminar con esa carga impositiva que hace daño, porque cuando se “hace la suma y resta para adquirir productos de gestión menstrual, muchas no pueden.
Mancera Espinosa convocó a los legisladores a abordar el tema de la menstruación digna y hablar más de estos temas para romper los tabúes y hacer realidad una política pública que no sólo quede en el discurso.
Verónica Delgadillo Martínez, senadora por Movimiento Ciudadano, indicó que se deben terminar los tabús en torno a la menstruación, por lo que es importante trabajar en favor de una agenda colectiva para naturalizar y visibilizar este tema; espacios como este nos lo permitirán, para también incluir a los hombres, porque es un asunto que nos concierne a todos.
“Si queremos que la menstruación se viva en condiciones de dignidad, tenemos que seguir dando la batalla de manera colectiva, generar espacios de debate y diálogo en los que estén todos, para que la “regla sea una menstruación con condiciones de dignidad”, subrayó.
Al lamentar que el tema de la menstruación no se hable en público, Martha Angélica Tagle Martínez, ex diputada y representante de la organización “Menstruación Digna”, enfatizó que la falta de decisiones en la materia ha afectado el desarrollo personal, incluso de miles de mujeres, que les impide trabajar, estudiar de manera correcta y son víctimas de todos los estigmas en las que se ven envueltas cuando se habla del periodo menstrual.