* En el plantel del Inbal, interpretaron a Christoph Willibald von Gluck, Vivaldi, Gustav Saenger, Jacques Aubert, Hectore Fiocco, PhilippTelemann y Veracini
Ciudad de México.- Estudiantes de la Escuela Nacional de Música (ENM), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), como parte de sus prácticas académicas, demostraron sus habilidades al ofrecer un recital de violín en la Sala 222, en el plantel Centro Nacional de las Artes.
Dirigidos por la maestra Elwira Krengiel, el recital del estudiantado acaparó la atención de los asistentes al escuchar a Abel Eduardo Benítez Guadarrama, quien interpretó la Danza de los espíritus bienaventurados, fragmento de la ópera Orfeo y Eurídice, de Christoph Willibald von Gluck.
Posteriormente, en la Sala del Cenart se presentó la alumna Mextly Amor Narváez Aguilar, quien ejecutó un segmento del Concierto en La mayor Op. no. 6, de Antonio Vivaldi.
En esta sesión, en la cual fueron aclamados por familiares, amigos y compañer@s, la estudiante Sofía Manguín Lara interpretó la pieza Lazy Mary, de Gustav Saenger (1865-1935), así como una selección de canciones americanas.
La Sonata en Sol mayor, Op. V no. 4, de Jacques Aubert, fue ejecutada por Eva Jahdai Cedillo González; mientras que la pieza en Sol menor Op. 12 no. 1, de Vivaldi, fue ejecutada por Joanna Naomi Hernández.
A su vez, Fernanda Naomi Barbosa Antonio interpretó el Allegro, de Hectore Fiocco, así como el Minueto del divertimento k. 334, no. 17, de Wolfgang Amadeus Mozart.
De Georg PhilippTelemann, el joven Ángel Mario Prado Moreno interpretó Fantasía en Fa menor TWV 40, no. 16. Y para concluir el concierto, la alumna Perla Iliana Román Tiscareño ejecutó la Sonata en La mayor Op. 1, no. 7, de Francesco Maria Veracini.
Cabe destacar que las y los estudiantes fueron acompañados por la pianista y maestra de esa institución Frania Mayorquín.
Luego de felicitar a sus alumnos por sus avances en el estudio del violín, al final de las siete presentaciones individuales, Krengiel recordó que cada uno posee su propio estilo y también cada uno eligió las obras para el concierto -de acuerdo con sus gustos musicales y grado de dificultad-, y “aunque son jóvenes, aún les falta un largo camino por recorrer en el extenso mundo del violín”.