Inician restauración del mural “La guerra y la paz”, de Gilberto Aceves Navarro

* Especialistas del Cencropam intervendrán el mural ubicado en la colonia Santa María la Ribera

* Comprenderá el registro fotográfico antes, durante y después de todos los procesos de intervención

* Realizarán trabajos de restauración en tres murales en el Teatro del Pueblo, recinto del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México

Ciudad de México.- Con el objetivo de preservar el patrimonio artístico y cultural que existe en la capital del país, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), iniciaron este martes 13 de febrero las labores de restauración de cuatro murales realizados por los artistas Gilberto Aceves Navarro; Pablo O’Higgins; Antonio Pujol y Juan Campos W, ubicados en la colonia Santa María la Ribera y el Centro Histórico de esta capital, respectivamente.

Lucina Jiménez López, directora General del Inbal, y Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura local, ante integrantes del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), resaltaron la importancia de devolver el brillo y el valor artístico a estas piezas, de la mano de especialistas para realizar una restauración integral acompañada de una labor educativa que promueva y difunda el patrimonio artístico de la capital.

Ante el mural “La guerra y la paz”, del artista plástico Gilberto Aceves Navarro, y en presencia del hijo del artista, Juan Aceves, y del propietario del inmueble, Felipe Sung Pi Cho, Jiménez López indicó que este es un primer paso para dignificar el patrimonio artístico de la ciudad, a través de un cuidado mutuo entre instituciones y ciudadanía, con el fin de invitar al público a apreciar la obra y dialogar con ella en el espacio público, una pieza que desde su perspectiva invita a pensar sobre las tensiones de la guerra y la armonía de la paz.

“Van a ser cuatro meses de trabajo para hacer el retiro del grafiti, pero también darle el tratamiento a través de toda la experiencia de los mejores restauradores del Cencropam para devolverle la dignidad a un mural que representa en verdad uno de los trabajos más importantísimos del maestro Aceves Navarro, un gran pintor, muralista, dibujante y maestro de cuatro generaciones en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, alguien que revolucionó el arte moderno en México y generó una estética que le da a esta esquina una personalidad única”, compartió.

“Agradecemos al señor Cho que permita su preservación. Usted lo cuidó como pudo, eso se le agradece, pero ahora nos sumamos todas las instituciones para ayudarle a cuidar este lugar, y para difundirlo”, externó Jiménez López.

Por su parte, Curiel de Icaza precisó que se trata de un trabajo integral con recursos del Fideicomiso de Transferencia de Potencialidades F/54 en convenio con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México (Seduvi).

Se contará también con el apoyo de la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México (Sobse), a través de la Dirección de Servicios Urbanos para dar mantenimiento a las jardineras y alumbrado público de la zona.

“Con mucho gusto le vamos a dar todo el mantenimiento también a las luminarias y a la jardinería, con un trabajo integral para que quede restaurado y tenga otra visibilidad en la ciudad, porque mucha gente extraña el mural, va a ser muy importante esta colaboración”, externó desde la esquina de Eje 1, José María Alzate y Santa María la Ribera 119, donde se ubica la obra del destacado muralista, considerado uno de los exponentes del expresionismo abstracto.

Juan Aceves, hijo del artista, agradeció a las autoridades y al propietario del inmueble las facilidades para preservar la obra de su padre, quien aseguró amó la Ciudad de México y en cuyos muros lanzó diversos mensajes universales a través de un quehacer crítico que renovó el arte de su época.

Gilberto Aceves Navarro (1931-2019) estudió en la Escuela Nacional de Pintura Escultura y Grabado “La Esmeralda”, del Inbal en 1950 y en 1952 trabajó al lado de David Alfaro Siqueiros en la realización de los murales de Rectoría, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A lo largo de su trayectoria realizó más de 300 exposiciones colectivas y 140 muestras individuales y fue miembro de la Academia de Artes desde el 2003, año en que ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes. Falleció el 21 de octubre de 2019 en la Ciudad de México.

Registro fotográfico antes, durante y después de los procesos

La intervención del mural comprende el registro fotográfico antes, durante y después de todos los procesos de intervención; limpieza mecánica y química en áreas con expresiones gráficas; eliminación y sustitución de resanes frágiles; consolidación y nivelación de áreas desprendidas (comprende tanto la capa de protección como la pictórica), así como la reintegración cromática en zonas de alteración y faltantes con materiales compatibles con el original.

Las labores de restauración, en coordinación con la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, se llevarán a cabo debido a que el mural “La guerra y la paz” lo realizó Aceves Navarro en 1996 sobre un muro que pertenece a la casa habitación localizada en José Antonio Alzate 77, esquina con Santa María la Ribera, Alcaldía Cuauhtémoc, la cual está registrada en el Catálogo Nacional de Inmuebles con Valor Artístico de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Mueble del Inbal.

Sobre la relevancia del mural y su preservación, el conservador y restaurador en el Taller de Pintura Mural del Cencropam, Renato Robert Paperetti, subrayó que se trata de una de las últimas obras del maestro Aceves en el espacio público, a través del cual invitó a los artistas urbanos a respetar su legado y pensar estos murales como los inicios de su actual expresión artística.

“Hay muchos tipos de arte urbano, lícitos y otros que tratan de sacar la adrenalina, pero hay que educar y enfocar la adrenalina hacia otros proyectos que sean más creativos y que no destruyan la creatividad ajena, sobre todo de una persona muy importante dentro del arte mexicano, sería como transgredir a Siqueiros, quien fue el primer grafitero, el abuelito de esta técnica, aunque muchos grafiteros no lo sepan”, reflexionó Paperetti.

Las autoridades visitaron el Teatro del Pueblo, recinto del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura capitalina, donde serán intervenidos los murales “La lucha de los obreros contra los monopolios”, de Pablo O’Higgins; “Danzas populares. Historia del Teatro en México”, del pintor Juan Campos W y “Los alimentos y el problema del obrero”, de Antonio Pujol, los cuales presentan deterioros por humedad, polvo en superficie, desprendimientos parciales, pérdida de tonalidad y afloraciones salinas.

josé

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