* Oaxaca reporta 48 casos de anorexia, bulimia y otros trastornos alimentarios, principalmente en mujeres
Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- Los padecimientos de conducta alimentaria como anorexia y bulimia se asocian con enfermedades mentales, siendo la más frecuente, la depresión, informaron autoridades de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO).
Estos trastornos requieren de un tratamiento interdisciplinario que abarca la atención psiquiátrica, médico internista, nutriólogo y el apoyo de la familia, para lograr que la o él paciente se recupere, ya que por lo general padecen secuelas como desnutrición, disminución de las defensas, infecciones, descalcificación en dientes y huesos, además de aislamiento de la vida laboral, familiar y escolar, entre otros.
Cifras del boletín epidemiológico de la Dirección General de Epidemiología (DGE), de nivel federal, revela que a la semana epidemiológica número 43 del presente año, se tiene el registro de 48 casos de anorexia, bulimia y otros trastornos alimentarios, de los cuales 10 son en hombres y 38 en mujeres.
La anorexia nerviosa se caracteriza por una restricción en la ingestión de energía que lleva a una pérdida significativa de peso, miedo intenso a subir de peso o volverse obeso, así como una alteración en la imagen corporal, este padecimiento por lo regular inicia en la adolescencia entre los 12 y 18 años de edad.
Hay dos tipos de anorexia nerviosa: del tipo restrictivo, donde en un período de cuando menos tres meses la persona empieza a dejar de comer hasta que llega al mínimo, y la otra es de tipo purgativo, con el uso de laxantes, vómitos, enemas o ejercicio excesivo.
Mientras que la bulimia se caracteriza por episodios recurrentes de atracones de comida en un periodo muy breve de tiempo de menos de dos horas, con un consumo del doble de lo que consume una persona de la misma edad, género y talla.
La persona tiene la sensación de pérdida de control, es decir, que empieza a comer y no puede parar, seguido de conductas compensatorias inapropiadas como vómitos, laxantes, diuréticos, ayunos o ejercicio excesivo.
Ante ello, la institución recomendó a padres y madres de familia llevar a sus hijas o hijos a una consulta a la unidad médica más cercana en caso de detectar que dejan de comer, presentan obsesión por bajar de peso, se aíslan, se muestran irritables al hablar de comida o tienen cuadros recurrentes de ansiedad.
Precisó que la principal herramienta de prevención es llevar una relación óptima en casa, tener un ambiente propicio para el diálogo donde impere la confianza entre madres, padres e hijas e hijos, ya que en la adolescencia se experimentan multitud de cambios fisiológicos y sociales, por lo que es importante que tengan la confianza para hablar y contar sus problemas y sus sentimientos, sin tabús y de manera respetuosa.