México, DF.- Ante la inminente necesidad de coadyuvar con la legalidad como actores sociales en el sector de la seguridad, la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA) participa el proyecto Agrupaciones de Seguridad Unidas por un México Estable (ASUME), que busca plantear una iniciativa de un movimiento no gubernamental, con el fin de reforzar el camino de la recuperación y mantenimiento de la industria en todas sus modalidades.
En este proyecto actuarán casi todas las agrupaciones de empresarios dedicados a la protección de personas, bienes muebles e inmuebles con el objetivo de unir fortalezas, desarrollar acciones, programas y proyectos para coadyuvar desde sus respectivos nichos laborales y con responsabilidad social, a efecto de recuperar la seguridad y paz social en el país.
El presidente de la AMBA, Fernando Echeverri Posada, comentó que como reza la redacción del proyecto ASUME, AMBA se integra para ser “ojos, oídos y boca” para coadyuvar y a su vez exigir a las autoridades (en sus tres niveles) el cumplimiento de sus responsabilidades como gobierno.
“Se pretende que las asociaciones especialistas en localización satelital, seguridad intramuros, electrónica, personal y ahora de blindaje automotor, logremos a través de ASUME, mecanismos y proyectos para que la autoridad ofrezca respuestas contundentes a la sociedad, así como generar la comunicación y verificación de los resultados en materia de legislación”, añadió.
El directivo resaltó que el proyecto ASUME pretende elaborar y proponer iniciativas conjuntas que no sólo beneficien a los empresarios, sino al usuario final que busca productos y servicios de calidad, así como de garantías extendidas y el blindaje de automotores es un sector que no es ajeno a estos rubros.
Echeverri Posada dijo que con esta sinergia que las principales organizaciones privadas de seguridad de nuestro país impulsan, se fortalecerán y expandirán los objetivos comunes y alcances de los participantes a través del intercambio fraterno y confiable de información, metodologías y tecnologías relacionadas con la protección en sus diversas dimensiones.
“Coincidimos los asociados a la AMBA en la inminente necesidad de desarrollar e impulsar el reconocimiento de certificaciones de Competencias entre asociaciones, pues en muchos casos nuestros servicios y/o productos se complementan con los de otras organizaciones, los cuales redundan en beneficios directos para el usuario final.
De igual forma el compartir la relación y sinergias que tenemos pactadas con determinadas autoridades y cámaras sectoriales, nos llevará como industria a una madurez como la que existe en Estados Unidos, Europa o Sudamérica”, afirmó el directivo.
Es importante destacar que la AMBA, con 12 años de existencia en México y que agrupa solo a las mejores empresas de su sector, participará activamente con la industria de la seguridad corporativa, por ello no descarta agregarse a la firma de convenios de colaboración entre asociaciones, tal y como lo promueve el proyecto ASUME, con el fin de incrementar la participación de los agremiados para conseguir con menor esfuerzo y mejores resultados, alcanzar las metas y objetivos de cada organización.
Para los asociados a la AMBA –refirió Fernando Echeverri-, es inminente impulsar la profesionalización de todas las agrupaciones de ASUME, vía capacitación constante, especialmente en los objetivos comunes que compartimos.
Asimismo, promover la necesidad de que las autoridades volteen a vernos a quienes somos expertos en determinadas disciplinas. Además, al ser un sector fuerte, lograremos que se metan a la legalidad a miles de empresas de todos los nichos que operan sin restricción alguna.
En este tenor, la AMBA a través de sus titulares ha pugnado por que la autoridad termine con la clandestinidad de empresas irregulares que ofrecen los servicios de blindaje con niveles ínfimos de calidad, sin soporte técnico ni respaldo postventa.
Según estimaciones de esta industria y otros nichos de la seguridad corporativa y privada, es posible que exista en México un considerable número de “empresas blindadoras” irregulares que son un riesgo latente para el usuario final, lo que hace inminente que las autoridades lleven a cabo un estricto registro y control de estas supuestas firmas.