Más sombras que luces en el avionetazo

Miguel Ángel Schultz Dávila

El accidente que costó la vida a seis personas, entre estas los diputados federales por el Partido Acción Nacional (PAN), Guillermo Zavaleta Rojas y Juan Huerta, está más lleno de sombras que de luces, lo que hace preguntar si fue en realidad la mano del destino la que segó la vida del joven legislador, cuyos mejores años estaban por venir o intervino la de alguien para que esta tragedia se suscitara, pero hasta ahora no hay elementos para responsabilizar a nadie.

Según el dueño de la aeronave, Alfredo Navarrete, el accidente sobrevino como resultado de una estupidez del piloto, Alejandro Ramírez Manzano, del grupo empresarial Agro Tractores e Implementos de Oaxaca, porque ya no cargó combustible, a pesar de realizar diversos vuelos esa misma mañana, lo que le hubiera originado un desembolso de dos mil 800 pesos, gasto irrisorio ante el tamaño de las consecuencias…  pero así son las tragedias.

También perecieron el alcalde electo de Santa Catarina Juquila, Fernando Joaquín Cortés López; Francisco Cruz Santos, dirigente juvenil de Acción Nacional en Juquila y Rafael Leonel Rojas Pérez, asistente del legislador guanajuatense.

Las tragedias aéreas están casi empre llenas de sombras, baste recordar la muerte del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, ocurrida la tarde del martes 4 de noviembre del 2008 en un accidente en la ciudad de México.

Así, en el avionetazo de ahora las sombras y suspicacias se originan cuando se sabe que el piloto, Alejandro Ramírez Manzano, trabajaba para Gerardo Gurrión, acaudalado empresario del Istmo y ligado a los más poderosos grupos políticos de Oaxaca cuyo hermano, Daniel Gurrión, es el presidente electo de Juchitán por el PRI y junto con sus hermanos han conformado un emporio.

La fortuna del Grupo Gurrión se acrecentó durante el sexenio de José Murat y aparte de tener tiendas de materiales, donde se compra desde un clavo hasta un trascabo, y dedicarse a la construcción, crecieron en todas las líneas de inversión desde restaurantes hasta periódicos; estrella que se opacó durante la administración de Ulises Ruiz  Ortiz.

Los Gurrión tenían prendidas dos velas: la de Eviel Pérez Magaña y la de Gabino Cué, pero el santo de su devoción era, como es, José Murat.

Hay sombras porque hace casi un año, el 6 de octubre, el Grupo Gurrión perdió una avioneta en un accidente en el que murieron el piloto y otra persona, cuando se desplomó en inmediaciones del aeropuerto de Oaxaca luego de volar de Huatulco a este destino.

Sorprende porque también la causa del avionetazo, según se dijo en aquella ocasión, fue la falta de combustible y cuyos resultados de las indagatorias del accidente no se conocen públicamente.

La tragedia en la que murió Zavaleta y otro diputado federal así como el presidente electo de Juquila cimbró a Oaxaca, dado el clima político que prevalece en la entidad, donde hay un proceso de transición política que se enrarece, ante las posturas antagónicas del gobierno que se va, de Ulises Ruiz y del gobierno que llega, de Gabino Cué.

Hay intolerantes entre los que se van que se resisten a propiciar la entrega de la administración de manera tersa y llevan al propio Ulises Ruiz a postergar la misma hasta el último minuto.

Y por el otro hay corrientes en el gobierno por entrar de Gabino Cué Monteagudo, que más que apostar a profundizar un proceso democratizador y gobernar con justicia, claman vengar los agravios cometidos desde el gobierno durante  el conflicto social del 2006 o simplemente cargan el machete en la mano.

Por  lo pronto ya se suscito el primer “clinch” entre el diputado federal del PT, Gerardo Fernández Noroña y el coordinador de diputados federales de Oaxaca, Héctor Pablo Ramírez Leyva, cuando el primero comentó a través del twitter que Ulises Ruiz tiene que ver con el avionetazo.

Por su significado, el accidente propició que se dieran cita en Oaxaca notables personajes, entre estos los candidatos presidenciables del PAN, Josefina Vásquez Mota y Santiago Creel Miranda; el presidente nacional del PAN, Cesar Nava Vázquez, el legislador Javier Corral Jurado y el subsecretario de Gobernación Roberto Gil Zuart, quien adelantó que la Procuraduría General de la República tiene en sus manos la investigación del accidente por lo que se inició la averiguación previa PGR/OAX/HUA/181/2010; además de generar las condolencias desde el presidente Felipe Calderón hasta de los más acérrimos oponentes de Guillermo Zavaleta y que su cuerpo haya sido traslado a la ciudad de Oaxaca en un avión de la Fuerza Aérea.

También ha sido una gran pérdida para el gobernador electo por Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, quien dicen veía en Memo Zavaleta al hombre que podría ser el encargado de la política interna de su gobierno desde la Secretaria General, ya que requerirá de manos finas para tener en orden todos los intereses que representa el caleidoscopio de fuerzas políticas que se unieron para llevarlo al poder.