
Como parte de esta fase, tropas militares realizan reconocimientos para detectar los sitios que podrían verse afectados por el fenómeno meteorológico y en caso de ser necesario, realizar la evacuación de las personas que lo requieran; además supervisan las márgenes de los ríos para detectar posibles riesgos de desbordamientos para prevenir afectaciones.
Asimismo, se coordinan con las autoridades de protección civil estatal y municipal, con la finalidad de establecer los albergues y refugios temporales necesarios para atender a la población que resulte afectada.
Por otra parte, se mantiene permanentemente organizada la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastres (FACD), integrada por componentes aéreos y terrestres con capacidad de traslado a todo el país; además de fuerzas de reacción en todos los mandos territoriales, las cuales inmediatamente se trasladan a las áreas donde se requiera acción oportuna del personal militar.
Con estas acciones, la Sedena ratifica su compromiso de apoyar en todo momento a la sociedad Mexicana, invitándola a tomar acciones que le permitan responder oportunamente ante una situación de desastre, teniendo siempre presente que la prevención facilita la recuperación.
La Sedena recomendó a la población mantenerse al pendiente de la información oficial sobre los fenómenos perturbadores y su evolución, así como a colaborar con las autoridades para lograr su seguridad y la de sus familiares.
