Por Octavio Aristeo López.
En el discurso del 1 de diciembre de 2012 el Presidente Demócrata se comprometió a impulsar las reformas y a transformar México; a nueve meses de gobierno, en el mensaje del pasado lunes 2 de septiembre de 2013, fortalece el espíritu revolucionario de los mexicanos cuando señala que estamos transformando México con los cambios estructurales de fondo que se están realizando, cito parte de su mensaje para demostrar lo que hemos dicho en éste espacio: “México está ante una gran oportunidad de emprender cambios estructurales de fondo para aprovechar sus riquezas y amplio potencial. Éste es el momento de mover y transformar a México. Es el momento de emprender grandes cambios en favor del país… Pero lo más valioso que tiene nuestro país, es su gente, mujeres y hombres de trabajo que todos los días hacen grandes esfuerzos para forjarse un mejor futuro. Como Presidente de México, reconozco su tenacidad y me sumo a la lucha de todos los mexicanos…Confiemos en nuestro potencial… Seamos audaces y atrevámonos a dar un gran salto en nuestro desarrollo…La gran transformación de México sí es posible, y debo decirlo con todas sus letras: está en marcha…Sabíamos de antemano que lograr la gran transformación de México sería complejo, porque hay inercias y resistencias que vencer…Convoco a todos a que seamos parte del México que no le tiene miedo a la transformación, del México decidido a trascender y dejar huella…Mover a México, transformarlo de raíz, exigirá lo mejor de nosotros, pero vale la pena el esfuerzo…Es hora de creer. Juntos, hagamos historia”.
Es un discurso revolucionario. Los revolucionarios estamos trabajando por México, estamos trabajando por ser mejores en nuestra actividad que nos corresponde, en México millones de mexicanos estamos trabajando y “construyendo el futuro de México”, con amor, desde la trinchera que nos corresponde, porque somos una nueva generación con vocación revolucionaria. Nadie nos detendrá, porque más de 53 millones de mexicanos viven en la pobreza.
Ya está la reforma hacendaria en la Cámara de Diputados, es una reforma que no aplicara el IVA a alimentos y medicinas, evitará recortes en el gasto público, implementará una pensión universal, creará un seguro de desempleo, eliminará el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) así como el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), habrá más impuestos para refresqueras y a las ganancias especulativas conseguidas en la bolsa, para ello se tendrán que modificar los artículos constitucionales 4 y 123, así como la creación de cuatro nuevas leyes y propone un precio de referencia de la mezcla mexicana de petróleo de exportación de 81 dólares por barril.
Los revolucionarios somos combativos y tenemos discurso, tenemos futuro y tenemos argumentos para dar la batalla y derrotar a los líderes reaccionarios y a los intelectuales reaccionarios. Los revolucionarios no tenemos miedo. Los reaccionarios y los intelectuales reaccionarios son los que tienen miedo porque con las reformas pierden sus privilegios, las oportunidades de riqueza en el manejo del engaño, la mentira, sus derechos adquiridos por herencia en obtener plazas administrativas y puestos públicos.
Por consiguiente, felicito a los 63 Senadores de la República que votaron a favor de la Ley de General de Servicio Profesional Docente es una muestra de que los revolucionarios estamos unidos en torno del Presidente Demócrata; y de que el Poder Legislativo es el poder del pueblo, tiene legitimidad, sus decisiones aprobadas son legales y legítimas: son los representantes del pueblo revolucionario que busca las reformas estructurales. El Congreso de la Unión es un cuerpo legal y legítimo único, unido por los representantes del pueblo; unidas las fuerzas políticas dan a conocer sus diferencias y se manifiestan rasgos específicos de cada fuerza política, son el reflejo de la realidad dentro de un contexto revolucionario, como son los 57 votos en contra.
Los reaccionarios, los intelectuales reaccionarios y sus voceros, saben que están siendo arrolladas por la velocidad revolucionaria del Presidente Demócrata apoyado por el pueblo mexicano revolucionario que está en marcha, que están trabajando en su trinchera, y tratan de detenerlo con barreras intolerantes que impiden el paso, el no-paso a realizar nuestra actividad. Los revolucionarios no somos parásitos sociales. Los revolucionarios al exigir una mejor educación estamos en contra de los reaccionarios corruptos que con discursos reiterado en la plaza pública, llenos de datos sin comprobar y conceptos ya conocidos aburren sus planes de acción simulados.
Son expertos en la simulación, por ejemplo, todo estas concentraciones reaccionarias programadas requieren dinero; si el tiempo es largo entonces necesitan mayor acumulación de capital que les proporcionan los capitalistas nacionales y extranjeros, de aquí viene el dinero, que están en contra de las reformas y se sirven de los políticos mexicanos reaccionarios para cumplir con estos fines; estos políticos reaccionarios “chambistas” que se venden al mejor postor para desestabilizar un país por dinero, también consiguen recursos económicos por otros medios para realizar y facilitar una negociación en lo oscuro; solicitan, piden, exigen grandes cantidades de dinero, decenas de millones de pesos diarios, y puestos públicos, pero cuánto tiempo aguantaría la gente común sin ir a su trabajo, y los recursos que les den podrán pagar: renta, luz, agua, transporte, comida, la tarjeta, servicios médicos, etcétera. Entonces, organizar una concentración de gente cuesta mucho dinero. Más cuando intentan paralizar un país en base de mentiras y compra de conciencias, y defender lo que no se es cierto, Pemex no se privatiza ni con la reforma hacendaria aumenta el IVA en medicinas y alimentos, esta es la realidad.
Crean grupos de choque para negociar, que desprestigian a los verdaderos anarquistas que son luchadores sociales: anarquía no es violencia. Incluso los luchadores sociales anarquistas fueron también desprestigiados en las luchas sociales y políticas de Europa en el siglo XIX, Karl Marx los califico de violentos para desprestigiarlos; ahora, a los que desprestigian a los luchadores sociales, crean un circo con templete, aplaudidores y lonas de campaña, los demás son útiles como relleno de espacios. Por lo mismo, estoy de acuerdo con mi amigo colega universitario e intelectual mexicano José Woldenberg Karakowsky, cuando señala “No sé si hay alguien atrás de ellos. No soy detective. Pero lo que veo a distancia es suficiente. Si dicen que son anarquistas, santo y bueno, son anarquistas. Pero tienen un parentesco inocultable con los grupos de la ultra derecha europea, los tristemente famosos skinheads. Tomo como referencia el libro de Antonio Salas (no es su verdadero nombre), Diario de un skin. Un topo en el movimiento neonazi español. (Planeta), para citarlo en extenso”.
Los reaccionarios tienen siempre la oportunidad de convertirse en revolucionarios, deben recordar la conversión de Saulo de Tarso en San Pablo, en su camino a Damasco, transformo su pensamiento y su comportamiento de amenazas y muerte, esto tiene que hacer los reaccionarios y los intelectuales reaccionarios; en lugar de amenazar a los revolucionarios deben de convertirse en revolucionarios, para ello tienen que perder sus privilegios y los derechos adquiridos por herencia o por favores sexuales. Cito, la parte de Hechos de los Apóstoles (9:5 y 26:14) que deben de reflexionar los reaccionarios para convertirse en revolucionarios: “Dura cosa te es dar coces contra el aguijón”, es un proverbio de la ésa época histórica, basada en la imagen de un buey que da patadas contra la misma aguijada con que el boyero lo estimula, traduciendo, hace referencia a la resistencia inútil del hombre contra el llamado a cambiar su vida. Es decir, seguimos dando coces.
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
Universidad Nacional Autónoma de México.
oaristeolopez@gmail.com