México, DF.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que preside Raúl Plascencia Villanueva, aseguró que la protección y garantía de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes migrantes es un tema fundamental que debe atenderse a partir de una premisa básica: antes que migrantes, se trata de menores de edad.
La CNDH sostiene que las autoridades deben considerar las condiciones de acceso a sus derechos a la infancia y reflexionar sobre la especial situación de vulnerabilidad por su condición de migrantes y en específico, su acentuada desprotección si se trata de migrantes no acompañados o separados.
A través del Programa de Atención a Migrantes de su 5ª Visitaduría General, la CNDH realiza constantes acciones de defensa y promoción de los derechos humanos de las personas migrantes, tanto de aquellas que tienen en México su país de destino, tránsito o retorno, como de las que emigrar hacia otro país, específicamente hacia Estados Unidos.
Este Organismo público autónomo recibió, de enero del 2010 al 23 de octubre de 2013, un total de 917 quejas de migrantes menores de edad, 571 de niños y 346 de niñas, por presuntas violaciones derechos humanos a la seguridad jurídica, trato digno, integridad, igualdad y salud.
Durante su participación en foros y talleres de la materia, Plascencia Villanueva ha insistido en la necesidad de dar atención especializada a la niñez migrante, así como buscar alternativas a la detención y privación de la libertad de niñas, niños y adolescentes en esta situación, proponiendo que su alojamiento sea en unidades de protección social.
La Comisión Nacional ha documentado que en su travesía por diferentes estados de la República, los niños migrantes están expuestos a la comisión de delitos en su perjuicio, abusos de algunas autoridades y accidentes en los que pueden perder la vida.
Entre las situaciones documentadas se encuentran que no se les aplica un cuestionario para determinar el interés superior del niño, no se les explica su situación migratoria ni la razón de que estén presentados en las estaciones migratorias del Instituto Nacional de Migración (INM); no son canalizados a albergues del DIF; se les mantiene en aseguramiento con la población adulta; son enviados a estaciones migratorias que no están acondicionadas para recibirlos y brindarles atención médica, psicológica y alimentación adecuada, y son detenidos por autoridades que carecen de competencia para verificar su estatus migratorio.
Como parte de sus tareas permanentes, personal del Programa de Atención a Migrantes de la CNDH busca establecer contacto con los menores en albergues y centros de atención donde recibe quejas y se gestionan soluciones inmediatas a casos específicos.
Visitadores adjuntos de la Comisión Nacional realizan visitas a estaciones migratorias en las que se recaban testimonios de esos niños y recorre aeropuertos, terminales de autobuses, puntos ferroviarios y cruces fronterizos; entregan materiales informativos sobre los derechos que tienen como personas, independientemente de su condición migratoria y se les orienta para saber qué hacer ante amenazas, extorsiones y agresiones.
De acuerdo con datos del INM, en 2012 se registraron seis mil 107 eventos de menores de edad alojados en estaciones migratorias y cinco mil 966 infantes devueltos por la autoridad migratoria bajo la figura jurídica de retorno asistido de menores.
La migración es una experiencia que afecta cada vez más a las personas menores de edad; de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), a nivel mundial, 15 por ciento de la población migrante internacional, es decir, 33 millones, tienen menos de 20 años de edad.
De ellos, el 33 por ciento (aproximadamente 11 millones) tiene de 15 a 19 años, 26 por ciento (nueve millones) entre 10 y 14 años, 22 por ciento (siete millones) de 5 a 9 años y 18 por ciento (seis millones) de 0 a 4 años.