Y el negocio de las patadas alcanzó su objetivo de llegar al campeonato mundial de futbol al ganar la selección de México 4-2 a su similar de nueva Zelanda, cuya base del seleccionado nacional es el equipo América, por lo que la inversión de los mil millones de dólares está garantizada para los inversionistas del balompié. La victoria mexicana fue la obra de tres goles de Oribe Peralta y uno de Carlos Peña.

Hoy 20 de noviembre se conmemora un aniversario el 103 de la Revolución Mexicana; en Oaxaca hay que recordar que el dictador Porfirio Díaz era oaxaqueño y que entre sus interinatos presidenciales fue gobernador del estado.

En esa época revolucionaria la entidad se declaró soberana, es decir se segregó de la República, por decreto del entonces gobernador José Inés Dávila.

El mandatario de ese entonces, en el año 1915, cuando los gobernadores si mandaban en representación de su pueblo; Inés Dávila organizó al ejército oaxaqueño, emitió su propia moneda y sus timbres postales; creó nuevos distritos políticos y administrativos.

En respuesta don Venus, Venustiano Carranza, máximo jefe revolucionario respondió mandando al general Jesús Agustín Castro, acantonado en Chiapas, a ocupar militarmente el territorio oaxaqueño, siendo designando gobernador y comandante militar, quién instaló su cuartel general en el puerto de Salina Cruz para garantizar el suministro de para terminar con lo que es llamado el “Movimiento de la Soberanía”.

El Buen Fin, no lo fue para los trabajadores

La promoción de las ventas durante el programa de “El buen fin” alcanzó resultados de éxito, según los líderes de comercios participantes.

Así se dan cifras de ventas por 160 mil millones de pesos en todo el país, según lo da conocer el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), Jorge Dávila Flores. En Oaxaca aún no hay cifras oficiales.

El Buen Fin en su tercera edición, inició en el año 2011, bajo el gobierno del presidente Felipe Calderón, que empezó con las manos limpias, pero que termino su mandato con las manos llenas de sangre.

El Buen fin es un programa que copia de las ventas que se llevan a cabo en los Estados Unidos y que se les conoce como el “viernes negro” y que se efectúa en el cuarto viernes de noviembre, ligadas a la tradicional cena de Acción de Gracias de aquel país.

La cena de Acción de Gracias la realizaron los colonizadores europeos con los indígenas de Massachusetts en 1620 para agradecerles que les hayan abierto las puertas de sus territorios, recibidos como hermanos y enseñado a sobrevivir en los territorios recién encontrados para los europeos.

Seguramente los colonizadores cenaron hamburguesas y a los indígenas les dieron chicharrón simbólicamente, porque a los pocos años se inició el exterminio de los pueblos originarios de lo que es hoy América Norte para quedarse con ese inmenso territorio que hoy es los Estados Unidos, lo se conoce en el mundo como América, ya que por ignorancia de los propios Estados Unidos confunden su país con el continente.

Se le llama Viernes Negro debido a que los comercios que tienen números rojos, a lo largo del año; ese viernes y fin de semana, esperan que esos números rojos de los comercios estadounidenses se vuelvan números negros. Es decir registren ganancias que los reponen del tiempo de las vacas flacas.

Así que Felipe Calderón el expresidente el más proestadounidense que hemos tenido encontró la mejor fecha para ligar el aniversario de la Revolución Mexicana con la promoción de una tradición gringa y promover el consumismo entre el pueblo mexicano y de paso borrar de la memoria colectiva de los mexicanos el significado de la Revolución Mexicana, para algunos interrumpida para otros consolidada.

En este programa del Buen Fin, participó también la Secretaría de Hacienda a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT), que dio un boleto por cada compra con tarjeta para participar en un sorteo que de premio rembolso a los ganadores hasta 10 mil pesos de su compra.

Este programa de acompañamiento de Secretaria de Hacienda le pusieron por nombre el Sorteo del Buen Fin, y la condición era que se comprara mínima fuera 250 pesos, y por tarjeta participante.

Sin embargo, para muchos consumidores El Buen Fin, sólo sirve para que las grandes cadenas comerciales, que son las principales beneficiarias, se deshagan de sus saldos, ya que las ofertas presentadas son engañosas.

Aparte que nadie o casi nadie, voltea a ver las condiciones de los asalariados de estas grandes cadenas, que obliga a sus empleados a trabajar horas extras, sin que tengan un pago por este tiempo.

Es un extra laboral que deben dar los trabajadores de estos centro comerciales, lo que resulta una ganancia más para estas cadenas, que en Oaxaca, se llevan el dinero de la entidad ya que sus domicilio fiscales no están en Oaxaca sino en otras entidades del país y si pudieran las pondrían en el extranjero a donde seguramente van a terminar sus depósitos bancarios.

El mercado de Oaxaca es importante si tomamos en cuenta el río de dólares que ingresa al estado por la remesas que mandan los migrantes, pero nos convencen que Oaxaca solo producimos lástima y otras sensaciones de conmiseración que rayan en la discriminación hacia nosotros los oaxaqueños.

“El Buen Fin” también representó para Oaxaca, la oportunidad para los integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores (SNTE), de realizar acciones de boicot a lo que calificó una farsa comercial.

Sin embargo, la actitud del bloqueo de las plazas comerciales, fue tomado por un buen sector de la población como una actitud arbitraria, prepotente y una demostración de fuerza de la Sección 22 SNTE –Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), que lesiona la libertad de la población a gastar su lana como le plazca.

Hay que ver la cantidad de tiendas de campaña, bolsas de dormir, módulos, sillas de acampar, equipos de cómputo, televisores etc… Entre otros enseres que compran los agremiados a la Sección 22 del SNTE de la CETE en estos centros comerciales.

El comercio local, el familiar, en de capital nativo, es decir el que ejercen cientos de familias oaxaqueñas, en los valles centrales se han visto mermado por la política sin sentido de las autoridades del gobierno responsable de estimular la economía en el estado y en el municipio de Oaxaca de Juárez.

Estas autoridades no tienen un programa de reactivación económica, que saque de la fosa a los cientos o miles de familias de los comercios establecidos en que los Valles Centrales resultaron afectados por el tremendo conflicto social del 2006.

Conflicto que llevó al presidente Vicente Fox, a prometer una bolsa de mil millones de pesos para reactiva la famélica económica de los comerciantes en pequeños de la ciudad de Oaxaca, recursos que nunca llegaron.

Por ello bien haría los dirigentes de la Sección 22 del SNTE-CNTE, demandar se cumpla con la entrega de ese fondo, que fue una promesa no de Vicente Fox, sino del gobierno federal de México y se ponga en marcha ese anhelado programa de reactivación económica que empareje, entre otras cosas, las condiciones de competencia con los comercios familiares que tienen que enfrentar, el alza de impuestos.

Además de la competencia desleal de las grande cadenas comerciales y por si fuera poco del comercio informal.

Por cierto ese comercio informal que se ha adueñado de las calles que ahí si el gobierno del municipio y estatal tuvo que pagar a los “informales” mil pesos diarios en lo que dura esa otra farsa de lo que es el encuentro mundial de la ciudades patrimonio.

Solo así no se verán feas las calles de la ciudad de Oaxaca en lo que dura esa simulación de la que fueron excluidos precisamente los habitantes del Centro Histórico.
Miguel Ángel Schultz
Esta política de exclusión y de farsa en una muestra más de insensibilidad e incapacidad de presidente Luis Ugartechea Begué, que por gracia divina está por terminar su administración, si es que se le puede decir así, sino pregunten a sus proveedores a los que no les paga, lo que opinan del edil capitalino y que lo único que atina de decir es que la culpa la tiene Gabino Cue.

Twitter @MiguelASchulz