
Acompañada de su abogado defensor, amigos y familiares, la quejosa destacó que la madrugada del 12 de julio pasado, su hijo murió atropellado por una servidora pública del Ayuntamiento de Boca del Río, Veracruz.
Explicó que acude a la CNDH porque las autoridades del Ayuntamiento veracruzano se han dado a la tarea de diluir la responsabilidad de la presunta responsable y se difama al joven fallecido por tener tatuado el cuerpo y dedicarse a realizar tatuajes y perforaciones.
La Comisión Nacional atendió a los quejosos y posteriormente analizará el caso para determinar su competencia.
