México, DF.- La prioridad número uno de nuestra política exterior debe ser la defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes mexicanos ubicados en algún centro de detención por haber intentado internarse en territorio estadounidense de manera irregular, señaló la senadora Angélica de la Peña Gómez.
Dijo que es alarmante que mientras la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informa, en voz del subsecretario para América del Norte, que “el Gobierno de México está pendiente de que los connacionales reciban un trato digno mientras están en detención”, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señale que esos centros de detención son un tipo de cárcel porque se está aplicando “el mismo criterio de Guantánamo”, luego de realizar una visita acompañado de la relatora para los Derechos de la Niñez, Rosa María Ortiz, y otros expertos.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República indicó que Felipe González, vicepresidente de la CIDH y relator sobre Derechos de los Migrantes, ha calificado como preocupante la situación porque Estados Unidos está volviendo a políticas que parecía que habían quedado en el pasado, como tener centros de detención para niños y familias.
Los migrantes denuncian detenciones arbitrarias, falta de privacidad, de recreación, acceso restringido a llamadas telefónicas, y que muchos de ellos carecen de representación legal, reveló la legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Los abusos sexuales persisten, explicó, de ello da cuenta una queja contra autoridades de inmigración norteamericanas por presunto abuso sexual y acoso ocurrido en un centro de detención del sur de Texas que alberga a mujeres y niños, presentada por abogados del Fondo Mexicano-Estadounidense Educativo y de Defensa Legal y de la Escuela de Leyes de la Universidad de Texas, quienes detallan que a las mujeres detenidas se les prometió dinero o ayuda legal a cambio de favores sexuales.
Y no debemos olvidar el programa piloto Juvenile Referral Program, abundó, que está implementando el gobierno de Estados Unidos para castigar a aquellos migrantes menores de 18 años de edad que cruzan la frontera de manera irregular y reincidente con su detención, que puede ser de tres a seis meses, en albergues y otras instituciones.
De la Peña Gómez dijo que las niñas, niños y adolescentes migrantes están prácticamente a su suerte en los centros de detención estadounidenses, pues el Estado mexicano actúa con pasividad y con los ojos cerrados ante las violaciones a los derechos humanos y el menoscabo a la dignidad sufridos.
“Insistiremos para que el titular de la SRE, José Antonio Meade Kuribreña, explique en su próxima comparecencia ante el Senado de la República, qué está haciendo el gobierno federal para atender y corregir está insostenible situación”, subrayó.