* No abonemos a la idea de que los políticos usan los cargos públicos para sus aspiraciones personales
* Dejar un cargo de alta responsabilidad tiene implicaciones directas en la eficacia de gobierno y en la credibilidad
México, DF., 11-ene-2015.- Los jefes delegaciones del Distrito Federal que aspiran a un cargo en las próximas elecciones, deben reflexionar si es conveniente dejar la responsabilidad para la que fueron electos, ya que estas decisiones abonan a la idea de que los políticos utilizan los puestos públicos como escalones para el ascenso en sus carreras y aspiraciones personales, señaló el senador Miguel Barbosa Huerta.
Dijo que es legítima la aspiración de los jefes delegacionales para ocupar otro puesto, pero es necesario considerar que hoy en México existe una sociedad cada vez más exigente con sus representantes populares.
Una decisión de dejar un cargo de alta responsabilidad tiene implicaciones directas en la eficacia de gobierno y en la credibilidad, comentó.
“Exhorto de manera respetuosa, de cara al proceso electoral de este año, a que los titulares de las delegaciones consideren su participación en alguna candidatura a diputados locales o federales”, indicó.
Barbosa Huerta dijo que la Ciudad tiene obras inconclusas, “los ejemplos en cada una de las delegaciones abundan, y lo titulares de las administraciones locales tienen la responsabilidad de concluirlas”.
Mencionó que otro aspecto que debe considerarse es la equidad en la contienda interna, ya que un delegado o delegada es la personalidad política más conocida en una demarcación y se le asocia de manera directa con el otorgamiento de recursos y programas sociales. “El delegado entra a la competencia interna con una enorme ventaja respecto a cualquier otro u otra de los precandidatos”.
Comentó que tanto a presidentes municipales como a jefes delegacionales sólo se les exige separarse de sus puestos seis meses antes de la elección, disposición que debe reflexionarse, ya que en menos de un año las 16 delegaciones del Distrito Federal tendrán responsables del despacho, y en este tiempo las obras y servicios requieren culminarse.
“No se trata de casos particulares, sino de una circunstancia que si bien puede favorecer a un candidato en particular, afecta al gobierno capitalino y no favorece a la credibilidad de la clase política”, manifestó Barbosa Huerta.