Por Roberto López Rosado*
Decía Gabriel García Márquez que “un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse”.
Traigo a cuento esta frase porque estoy cierto que en Oaxaca, todas y todos debemos mirar hacia adelante con un solo propósito, mejorar las condiciones sociales de nuestra población.
Por décadas a las y los oaxaqueños, particularmente a quienes somos indígenas se nos mira hacia abajo, con desprecio, haciéndonos menos. Hemos sido objeto, históricamente de actitudes de racismo y se ha negado a los pueblos y comunidades indígenas mejores condiciones de vida. Hemos sido olvidados, abandonados.
Quienes han gobernado nuestro estado, nos han mirado hacia abajo, con humillación. Durante 80 años los gobiernos priístas actuaron de la misma manera en contra de nuestra población, y no sólo la indígena, también en contra de los mestizos de quienes se han aprovechado también, y nos han sumergido en la pobreza extrema y en la ignorancia total.
Por fortuna nuestra población es grande y ha empezado a despertar. Hace seis años, decididos, sacamos al PRI del gobierno estatal. Por fortuna también este gobierno ha sabido actuar de manera distinta. Es claro que es imposible que tan sólo en seis años el gobierno actual de coalición pudiera sacarnos de la pobreza abulta y de la ignorancia. Se han dado pasos positivos que le han permitido a Oaxaca y a su población vivir una situación diferente, mejor, pero aún falta mucho para seguir construyéndonos un futuro distinto.
Por ello, quienes participamos en la política de nuestro estado debemos reflexionar esto y anteponer los intereses de las mayorías. Quienes gobiernan están obligados a mejorar los ingresos en favor de la población, sus condiciones de vida, pero también a que pueda ejercer mejor su ciudadanía.
Las elecciones federales pasadas fueron una muestra de que nuestros pueblos, no pudieron ejercer su ciudadanía. Fueron objeto, ya lo he dicho muchas veces, de la compra de sus voluntades, producto de la pobreza y la ignorancia en que se encuentran.
Por ello debemos reflexionar sobre la importancia de caminar juntos, como hace seis años, en un propósito, de que el PRI no regrese al gobierno, porque si así fuera, nos va a significar un retroceso del que nos arrepentiríamos.
Ya lo decía en mi entrega anterior, en las elecciones federales pasadas, el PRI, ya nos enseñó los colmillos, ya nos mostró de qué son capaces y de que están decididos a regresar.
Esto nos debe quedar claro a todas y todos. No podemos soslayarlo, no podemos desentendernos y creer que lo que cada quien trae en su morral, le alcanzará. No. Seríamos irresponsables.
En este camino debemos preguntarnos por qué ganó Evo Morales, el presidente Indígena de Bolivia, por qué está repitiendo en el cargo. Dicen analistas que “ganó porque su gobierno ha sido, sin duda alguna, el mejor de la convulsionada historia de Bolivia. ‘Mejor’ quiere decir, por supuesto, que hizo realidad la gran promesa, tantas veces incumplida, de toda democracia: garantizar el bienestar material y espiritual de las grandes mayorías nacionales, de esa heterogénea masa plebeya oprimida, explotada y humillada por siglos”.
Cuando escucho esto, pero también porque me pude percatar de ello cuando visité ese país sudamericano, estoy claro que sí podemos las y los oaxaqueños hacer repetir un gobierno como el que impulsamos hace seis años. Un gobierno de coalición que tenga como prioridad nuestros pueblos, nuestras etnias: Amuzgo, chatino, chinanteco, chocho, chontal, cuicateco, huave, ixcateco, mazateco, mixe, mixteco, triqui y zapoteco. Todos estos y la población mestiza.
Es este, el momento de decir ¡ya basta!. De tomar nuestro futuro en nuestras manos; no dejar que otros hagan de éste lo que les plazca. Es el momento de no permitir que nos sigan mirando hacia abajo.
En esta tarea, nuestra población indígena tiene un papel primordial que jugar. Debemos ser los primeros en impulsar la unidad que los oaxaqueños requerimos. Desde este espacio hago esta convocatoria a todas y todos nuestros hermanos indígenas a cumplir este quehacer que debe ser histórico y aleccionador. Debemos mirar, observar hacia adelante, pero también mirar y observar hacia abajo para ayudar a nuestra población, a nosotros mismos, para levantarnos. Ser como Lázaro que se levantó.
*Diputado federal del PRD