Entrelíneas
¿Espionaje al equipo de campaña de Alejandro Murat o candidez?
Miguel Ángel Schultz
Cuando parecía que se había dado orden al área de comunicación en el equipo de campaña priista de Alejandro Murat Hinojosa todo volvió a cambiar, al ser retirado como coordinador de comunicación, Manuel Velasco Alcántara, luego de haber sostenido diversos acuerdos con los representantes de medios de información y retomar el mando, de nuevo aparece Alonso Martínez Córdoba, quien de la dirección de Comunicación Social del Infonavit, brincó a la campaña de su ex jefe a la gubernatura de Oaxaca.
De acuerdo a los manuales elementales de las campañas políticas, las áreas de comunicación son una parte sustancial, generalmente se dividen las tareas de quienes mantienen la relación con los medios y quienes operan la comunicación, es decir quienes dan seguimiento a las actividades del candidato y proporcionan el material a los comunicadores. En este caso ni una ni otra cosa se cumplen.
Dentro de los cuadros que vienen supuestamente a reforzar las tareas con los medios, por el desconocimiento que tienen de Oaxaca, Martínez Córdoba incorporó a Alma Bernal, quien de manejarle los medios al secretario de Administración, Alberto Vargas Varela, hasta diciembre del año pasado, se sumó a la precandidatura perredista de José Antonio Estefan Garfias.
Pero por su incapacidad fue relevada del encargo, dejando tras de sí una serie de conflictos y mala imagen a Pepe Toño, a pesar de que durante los meses de enero y febrero, lo acompañaba a todas partes, por lo que cuenta con información estratégica del candidato a la gubernatura del estado por la coalición “Con Rumbo y Estabilidad por Oaxaca” (CREO), integrada por los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN).
Extrañamente, Alma Bernal aparece ahora en el polo opuesto, lo que parece indicar que es algo sin sentido (al menos que la información sea sin sustento), ya que además, Bernal no se distingue por su capacidad para escribir información periodística o presumir de una buena relación con los medios de comunicación, y menos se entiende que la propuesta haya venido del ex diputado Samuel Gurrión. Sin duda que esta situación deberá resolverla el recién nombrado coordinador de campaña priista, Celestino Alonso Álvarez, por lo delicado del tema, porque o se está en una operación encubierta o en un acto de suprema candidez.
Alma Bernal no llegó sola sino que también introdujo al corazón del “Cuartel de Guerra”, a parte del equipo que trabajaba en medios para Pepe Toño, al tiempo que aparecieron otras personas que han sido funcionarios en los gobiernos estatal y federal.
Todo ello resulta sumamente delicado, al estar inmersos en un proceso electoral donde cada paso que se dé se irá por el sendero de los tribunales electorales, lo que puede provocar la pérdida del registro de los contendientes.
¿Será que estamos ante un caso encubierto como un personaje como la Mata Hari o sólo es resultado de la soberbia e ignorancia de un estratega de la comunicación que brilla con luz propia, como Martínez Córdoba, pero en otros cielos, no en el de Oaxaca?.
El Entre
El PAN tiene un proceso de elección de sus candidatos plurinominales que llama la atención, porque obliga a los aspirantes a tener por lo menos el aval de dos de los 33 integrantes de su Comité Directivo Estatal, que en votación secreta definirá quiénes ocuparán las posiciones y que luego la avalará o desechará su dirigencia nacional. Fue así que resultaron electos Juan Mendoza Reyes y Eufrosina Cruz Mendoza, para ocupar las posiciones uno y dos. Éstas designaciones levantaron airadas protestas de Francisco Reyes y Mariuma Munira Vadillo Bravo, el primero panista de la ciudad de Oaxaca y la segunda de Salina Cruz, al no ser ubicados dentro de la lista plurinominal, ni siquiera por compasión. Paco Reyes, no pudo obtener el aval de dos de sus correligionarios y la segunda, tampoco, pero además siempre han iniciado y terminado sus aspiraciones arremetiendo contra el propio partido al que pertenecen y siempre han perdido los procesos en los que contienden.
Las Líneas
Desde su fundación, el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (STEUABJO) se definió como un gremio independiente de los partidos políticos, pero es la primera vez que un secretario general es diputado, como el caso de José Antonio Rivera Ramos, quien tiene que asumir la diputación que dejó vacante el legislador por el PRD, Anselmo Ortiz, por su fallecimiento, lo que ha levantado una serie de inconformidades entre sus agremiados, porque el lunes, el dirigente mañosamente suspendió la asamblea convocada para dar a conocer en detalle los alcances de las negociaciones pasadas en su revisión contractual. Ante ello, deberá definir qué va a hacer, si se va de diputado y convoca a elecciones anticipadas o se queda con el cargo y la curul. Rivera Ramos ya era diputado suplente cuando ganó la elección de secretario general del STEUABJO (en septiembre del año 2013 con 555 votos, frente a David Matías López de la Planilla Naranja, que obtuvo 539 sufragios); claro con el apoyo y financiamiento de su partido, pero ahora también quiere influir en el proceso de elección de rector de la UABJO.
@MiguelAschulz