Los restos del ex presidente Néstor Kirchner quedaron depositados anoche en la capilla del cementerio municipal para poder ser visitados por los ciudadanos de esta ciudad durante las próximas horas, y esta mañana fueron trasladados a la bóveda familiar.
A partir de las 22 se abrieron las puertas de la capilla del cementerio de Río Gallegos para que el pueblo de Santa Cruz pueda acercarse a dar el último adiós al líder político.
Luego de tres horas de procesión, y que una multitud involuntariamente bloqueara el ingreso al cementerio, la jefa de Estado, Cristina Fernández, pidió que se realice una capilla ardiente para que el pueblo santacruceño pueda despedir al ex mandatario.
Una multitud esperaba a los costados de las rutas que unen al aeropuerto de Río Gallegos con el cementerio para despedirse de Néstor Kirchner y dar su apoyo a la presidenta.
El cortejo se desplazó lentamente en las cercanías del cementerio y cuando llegó a su entrada una multitud rodeó el coche fúnebre arrojando flores, en tanto que cientos de personas rodearon mbién el auto en el que iba la presidenta para brindarle su apoyo.
Con banderas en las que predominó la frase “Gracias Lupo”, como se lo conocía en su ciudad natal, los habitantes de Río Gallegos y de ciudades cercanas de esta parte de la Patagonia dieron el presente a lo largo de la autopista que une el aeropuerto con la ciudad capital de Santa Cruz.
La comitiva, que encabezó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, llegó poco después de las 17,40 al aeropuerto de esta ciudad y poco antes lo había hecho el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
De inmediato, se inició el recorrido por la autopista 17 de octubre, que desde temprano mostraba la movilización de familias, militantes y grupos de trabajadores.
Entre quienes aguardaban el paso del cortejo se destacaba una nutrida delegación de los mineros de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio que se acercaron para darle el último adiós al ex presidente.
El cortejo recorrió lentamente el trayecto de unos 12 kilómetros, desembocó directamente en el cementerio municipal, donde los restos del ex presidente descansarán en una bóveda familiar.
Por la mañana, en la sede de la gobernación, el mandatario provincial, Daniel Peralta, había encabezado un oficio religioso en el salón central, adonde concurrieron numerosos vecinos para expresar su dolor y su congoja por la muerte de quien fue intendente de Río Gallegos, gobernador de Santa Cruz, presidente de la Nación y diputado nacional.
En ese lugar, el padre Mario Soto, conocido de Néstor Kirchner, dijo en el oficio religioso que “mi pueblo está de luto y se ha quedado mudo por la muerte de Néstor”, pero advirtió que “tenemos fe y esperanza y vamos a seguir adelante con la fuerza que Néstor nos daba a todos”.
En horas del mediodía, también en la gobernación, fue incesante la llegada de habitantes de Río Gallegos que seguían con atención y por televisión las alternativas del cortejo que se desarrollaba en Buenos Aires desde la Casa Rosada hasta el aeroparque.
Mientras tanto, en las puertas del cementerio municipal un numeroso grupo de legisladores, dirigentes sociales y artistas esperaron la llegada de los restos de Néstor Kirchner, rodeados por una multitud que aguantó las bajas temperaturas y el viento característicos de esta ciudad del sur argentino.
Kirchner fue intendente de Río Gallegos desde 1987 a 1991 y gobernador de Santa Cruz desde 1991 a 2003.