El ejército de los Estados Unidos de América puede ser, sin darse cuenta, los entrenadores de uno de los carteles de la droga de México con avanzadas tácticas militares, de acuerdo a una investigación de realizada por la agencia de noticias árabe Al-Jazeera alega, que difundió el mes pasado.

En la década de 1990, miembros de un escuadrón de élite de militares mexicanos fueron entrenados en Fort Bragg, Carolina del Norte, en la lucha contra la insurgencia y las técnicas de lucha contra los estupefacientes.
Irónicamente, entre 30 y 200 de los aproximadamente 500 soldados mexicanos que entrenó en Fort Bragg pasaron a formar el cartel de los Zetas.

Craig Deare, a quien Al-Jazeera describe como “un ex comandante de operaciones especiales de EE.UU.”, dijo a la cadena de noticias que los soldados mexicanos “se les dio cursos de lectura de mapas, comunicaciones, capacitación estándar de las fuerzas especiales, el conocimiento del manejo de las armas pesadas, ametralladoras y armas automáticas.”

El personal mexicano que recibió entrenamiento de los Estados Unidos conformó el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), que se consideraba una división de élite del Ejército Mexicano y más tarde formaron los Zetas.
Después del entrenamiento de EE.UU., los operarios GAFE desertaron del Ejército Mexicano para convertirse en asesinos a sueldo, brindar seguridad al cártel del Golfo. Una organización del narcotráfico bien establecida, de acuerdo con Laura Carlsen, directora del programa de las Américas del International Relations Center.

“Se separaron del cártel del Golfo y forman como un cartel por derecho propio”, dijo Carlsen, con sede en la Ciudad de México, Al Jazeera.

Los líderes de Los Zetas ‘supuesta actuales son: Heriberto Lazcano, conocido como Z-3 y Miguel Treviño, o Z-40, fueron contratados por primera vez por Osiel Cárdenas, líder del ahora encarcelado del cartel del Golfo.
El nombre de “Zetas” se origina a partir del código de radio “Z” utilizado por los altos mandos militares en México.
“Las fuerzas militares de todo el mundo se entrenan en el Fuerte. Bragg, por lo que no hay nada especial que agentes mexicanos aprendan tácticas de contrainsurgencia en dichas las instalaciones.
“Sin embargo, los críticos dicen que las habilidades específicas aprendidas por los Zetas, se han capacitado para ser asesinos a sueldo y traficantes de drogas.”

Se estima que 29.000 personas han muerto desde que el presidente mexicano Felipe Calderón declaró la guerra a los cárteles en el 2006.

En los últimos meses de la guerra han sido marcados con cada vez más descarados y ataques violentos, como la masacre de 72 migrantes en la frontera México-Estados Unidos en agosto.
La policía dijo que la masacre pudo haber sido relacionado con una disputa entre el cártel de los Zetas y el grupo que engendró a partir, del cártel del Golfo.

En septiembre, 27 hombres armados se cree que tienen vínculos con los carteles fueron encontrados muertos en Ciudad Mier. Ellos estaban en propiedad de los Zetas.

El año pasado, hombres armados que se cree que trabajan para los Zetas liberó a 53 personas de una prisión, lo que forma parte de un patrón de actuación la de liberar a presos de las cárceles.