* Con esta máquina se puede analizar el funcionamiento del riñón para saber si el órgano es viable o no
* Equipo de alta tecnología permite preservar los riñones después de una donación cadavérica, mientras están listos los resultados de compatibilidad de los receptores
Ciudad de México.- Desde hace cuatro años, la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza, cuenta con la “Máquina RM3 de Perfusión Pulsátil”, de alta tecnología y única en Latinoamérica, la cual permite mantener el riñón fuera del cuerpo humano por más de 20 horas hasta un máximo de 67 horas.
Mariano Hernández Domínguez, jefe de la División de Trasplantes de la UMAE, detalló que la preservación de estos órganos se da mientras están listos los resultados de compatibilidad de los receptores candidatos a recibir los riñones, sin tener una disminución de la función.
Una vez procurados los órganos y que llegan al hospital, especialistas en perfusión le realizan a los riñones una cirugía de banco, es decir, quitarles la grasa, dejarlos con las arterias, las venas y uretra lo más limpios posibles para conectarlos a la máquina, explicó.
Indicó que al año se trasplantan entre 65 y 79 riñones de cadáver y la gran mayoría, el 90 por cierto, son manejados en la máquina de perfusión.
Refirió que esta máquina una vez conectada al riñón hace las funciones de una circulación extracorpórea, cuenta con un termostato que regula la temperatura, un intercambiador de frío; se pueden medir pulsaciones por minuto, presión sanguínea y la resistencia que van teniendo los órganos.
Hernández Domínguez agregó que es capaz de determinar el funcionamiento del riñón después de examinarlo por 20 horas para saber si el órgano es viable o no.
“Se usa también en situaciones en los que se tienen duda: por ejemplo, en donantes de más de 60 años que tienen diabetes e hipertensión de larga evolución, nosotros hacemos esta prueba clínica en la máquina de más de 20 horas y sabemos cómo van a funcionar los riñones para saber si son viables o no”, indicó.
Apuntó que esta máquina de origen estadounidense, además de preservar por más tiempo los órganos, ayuda a que no se deterioren y dar tiempo a que los receptores, quienes muchas veces tienen que trasladarse de provincia a la Ciudad de México, lleguen y se les realicen las pruebas de compatibilidad.
“La máquina nos ha permitido llegar a más derechohabientes y esto ha sido posible gracias a la donación cadavérica de familias que han perdido un ser querido para ellos, pero que nos permite extender su vida a través de otras personas que están esperando el órgano”, añadió.
Refirió que en el país hay más de 16 mil pacientes en lista de espera de trasplante renal, de esos pacientes, la gran mayoría, más del 60 por ciento, son derechohabientes del Seguro Social. En el Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza se llegan a realizar más de 100 trasplantes por año. Informó que hay diversas patologías que pueden ocasionar insuficiencia renal crónica, muchos de los pacientes en la actualidad la desarrollan a causa de enfermedades crónicas degenerativas como diabetes mellitus, hipertensión arterial y lupus eritematoso.