La selva Amazónica está en llamas, lo que beneficia a la “peor empresa del mundo”: Cargill, el mayor comerciante mundial de soja y carne, señaló la organización Salva la Selva.
Muchos de los incendios activos se iniciaron para sustituir las selvas por cultivos de soja y pastos para el ganado. Los terratenientes incluso declararon un “día del fuego”. Pirómanos del sector agroindustrial fueron alentados por políticas y palabras del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, para saquear las selvas.
Durante décadas, la empresa estadounidense Cargill ha sido responsable de la destrucción masiva de las selvas, en gran medida con soja y ganado, y no se responsabiliza de los daños.
Para los consumidores, es difícil evitar a Cargill, pero sus clientes corporativos -cadenas de restaurantes, supermercados y compañías de bienes de consumo como McDonald’s, Burger King, Walmart, Unilever y cientos más- pueden marcar la diferencia.
Salva la Selva hizo un llamado a estas empresas para que rompan sus lazos con Cargill -corporación multinacional privada, con base en Minnesota, Estados Unidos- y dejen de imponer los productos de Cargill a sus clientes.