* En México una de cada cinco mujeres se casa antes de los 18 años
* “Cada siete segundos se casa una niña menor de 15 años en el mundo”
Ciudad de México.- La senadora Claudia Esther Balderas Espinoza pide al ejecutivo Federal que, a través del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), los estados y municipios realicen acciones que permitan el cumplimiento de la ley que prohíbe del matrimonio infantil.
Esto, para garantizar el interés superior de la niñez y dar cabal cumplimiento a los instrumentos internacionales firmados y ratificados por México en la materia, pues de acuerdo con la organización Save the Children, “en México una de cada cinco mujeres se casa antes de los 18 años y cada siete segundos se casa una niña menor de 15 años en el mundo”.
A pesar de la poca información e investigación existente se sabe que son las niñas quienes en mayor medida están contrayendo matrimonio antes de los 18 años, como resultado directo o indirecto de presiones económicas, sociales, culturales o de las profundas inequidades de género que persisten en el país, señaló.
Eso sin contar que, quienes contraen matrimonio a temprana edad son propensos a dejar los estudios, agregó Balderas Espinoza.
Asimismo, resaltó que el matrimonio infantil, viola los derechos humanos independientemente de si la persona involucrada es un niño o una niña, pero sin duda se trata de la forma más generalizada de abuso sexual y explotación infantil.
En México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 17.3 por ciento de las mujeres se casaron siendo menores de 18 años y sólo 3.9 por ciento de los hombres se casaron antes de la mayoría de edad.
La unión con niñas y adolescentes no es exclusiva de México, se trata de un problema mundial sin cifras específicas debido a que, estos matrimonios se sustentan en los usos y costumbres de las comunidades es decir no están legitimados ante alguna autoridad y no hay registros de su ocurrencia.
Cabe destacar que, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia público un documento en el año 2010 en el que señalaba que una niña de un hogar pobre tiene tres veces más probabilidades de contraer matrimonio que una niña de un hogar con mejores ingresos.
“Pues en algunos hogares las niñas son vistas como una carga, una boca más que alimentar, vestir, calzar; en otros casos son vistas como un bien, y saben que cuando tenga ciertas características podrán sacarle provecho a través del pago que van a recibir del novio”, comentó la legisladora.
Por ello, Balderas Espinoza calificó como fundamental integrar la perspectiva de género con un enfoque de interseccionalidad para erradicar los matrimonios forzados y terminar con la violencia contra las mujeres en las comunidades indígenas. Generar el esfuerzo para respetar de raíz que la edad legal mínima para casarse son los 18 años.
Este punto, expresó, debe ser considerado por los gobiernos municipales para implementar mecanismos que erradiquen dichas uniones. “Es necesario echar a andar una serie de políticas públicas orientadas a la concientización y la transformación del lugar que ocupan las mujeres adolescentes y niñas en los espacios indígenas comunitarios”.
“Se necesita un compromiso de las autoridades de los tres órdenes de Gobierno para mejorar las condiciones de las poblaciones indígenas por lo que se considera urgente generar mecanismos de denuncia y protección para estas niñas y adolescentes; ya que no hay monitoreos o estadísticas aproximadas que nos lleven a conocer la gravedad del problema”, concluyó.