Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- Para muchos padres de familia incluir a diario un jugo de caja en la dieta de su hijo puede ser la solución para brindarles una alimentación sana y balanceada, sin embargo, estos combinados con un estilo de vida sedentario incrementan el riesgo de que padezcan diabetes, sobrepeso u obesidad, así como enfermedades coronarias.
El coordinador de Pediatría del Hospital General de Zona número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMS) en Oaxaca, Felipe Francisco Aguado Maya, explicó que los jugos procesados de frutas no ofrecen ninguna ventaja nutricional con respecto a la fruta entera, por lo que los menores no deberían consumirlo.
Y es que la diferencia entre un jugo de caja con uno natural radica en la cantidad de fibra que se obtienen de los naturales, la cual evita que toda la fructosa (azúcar) sea absorbida por la sangre, en el caso de los jugos de caja al carecer de esta fibra automáticamente los azucares se precipitan a través del cuerpo causando estragos, muy parecido a una explosión de azúcar, casi como cuando tomamos bebidas gaseosas.
Aunado a lo anterior, dijo, muchas empresas que comercializan estas bebidas añaden un poco de edulcorante artificial con el fin de hacer más atractivo su producto, y poder comercializarlo como alimentos saludables, sin embargo muchos estudios refieren que los edulcorantes son un peligro para los cerebros en desarrollo de los niños.
Asimismo, la forma en la que son elaborados, para poder soportar tanto tiempo en un estante del supermercado sin echarse a perder, ponen en riesgo la salud de quien los consume, ya que son pasteurizados o cocidos a temperaturas muy elevadas, lo que provoca que las propiedades de la fruta mueran, agregó.
Por lo anterior, Aguado Maya exhortó a los padres de familia evitar en lo posible darles a sus hijos jugos procesados, lo mejor es cambiar esa costumbre y reemplazar esos jugos por una fruta entera, o de lo contrario, preparar el jugo en casa teniendo en cuenta que el 75 por ciento de su composición debe ser fruta y no agua, así como evitar añadirle azúcar, que puede ser sustituida por miel natural.