* La Secretaría de Cultura federal y el Inbal realizaron un emotivo homenaje en el máximo recinto cultural del país
* El público, familiares, compañeros y amigos dedicaron un minuto de aplausos a la actriz de número de la Compañía Nacional de Teatro
Ciudad de México.- La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), en colaboración con el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) y la Cineteca Nacional, rindieron un emotivo homenaje póstumo a la primera actriz Ana Ofelia Murguía en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, por su fundamental trayectoria artística en radio, cine, teatro y televisión.
En su mensaje a través de un video, Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura federal, afirmó: “En el máximo escenario para las artes en México despedimos a una de las más grandes estrellas que ha pisado los escenarios, que ha llenado las pantallas, Ana Ofelia Murguía. Cuando conoció un escenario, supo que no se iba a bajar de él. Tuvo una trayectoria con personajes que todos recordamos de manera entrañable”.
Ante los hijos de la gran actriz mexicana: Marcela, Marina y Pablo Fernández Murguía, Lucina Jiménez López, directora General del Inbal, expresó: “Hoy venimos a reconocer y a celebrar su camino, su entrega, su memoria, su ejemplo como artista de la escena, de mujer congruente con su tiempo. Ana Ofelia se formó en este Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, y recalcó que no tardó en conquistar un lugar destacado en su profesión, luego de haber egresado de la Escuela Nacional de Arte Teatral”.
Frente a familiares, amigos y actores compañeros de Ana Ofelia, y público que se dio cita en el Palacio de Bellas Artes la noche del 26 de enero, señaló que “estamos aquí para agradecer su compromiso con el rigor de una actriz que respetó profundamente su oficio y, al mismo tiempo, promovió el disfrute del arte escénico y cinematográfico como parte de la vida. Por su trayectoria, el nombre de Ana Ofelia Murguía ha quedado bordado en la urdimbre histórica del teatro, el cine y la cultura nacionales”.
En el Palacio de Bellas Artes, recinto que este año celebra su 90 aniversario, externó que “estamos aquí para afirmar su vital presencia, legado, sus enseñanzas en los escenarios y las pantallas de México y el mundo… Ana Ofelia Murguía es valioso patrimonio de nuestro teatro, cine y cultura”.
Jiménez López hizo un recuento de los reconocimientos que recibió la actriz de número de la Compañía Nacional de Teatro, entre ellos la medalla Mi vida en el teatro, del Centro Mexicano de Teatro del ITI Unesco; la Medalla de Oro Bellas Artes, el Premio Lunas del Auditorio, el Premio Coral de Festival de Cine Latinoamericano en La Habana, el diploma de la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York, el Premio Diva de la Organización de Realizadoras de Cine de La Habana, el Mayahuel de Plata en 2006, la Asociación Mexicana de Mujeres en el Cine y la Televisión le rindió homenaje en el Festival Expresión en Corto en Guanajuato, entre muchos otros, sin olvidar los que recibió de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En la ceremonia participaron Aurora Vázquez Cano, directora artística de la CNT; María Novaro Peñaloza, directora del Imcine; Alejandro Pelayo Rangel, director de la Cineteca Nacional; Armando Casas Pérez, director de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas; la actriz María Rojo y la hija de la homenajeada, Marina Fernández, quien habló en representación de su hermana Marcela y su hermano Pablo; además de estudiantes y docentes de la ENAT del Inbal, y del Centro Universitario de Teatro de la UNAM.
Durante el homenaje, los aplausos resonaron en el máximo recinto cultural del país, en donde se proyectaron recopilaciones de escenas fílmicas y teatrales, así como fotografías; y el público disfrutó de interpretaciones musicales por parte de un quinteto de cuerdas y la participación de Luz Valeria Viveros, soprano del Estudio de la Ópera de Bellas Artes.
Novaro Peñaloza celebró a Ana Ofelia como una actriz generosa y disciplinada, siempre dispuesta a proponer y enriquecer a cada uno de los personajes que interpretó a lo largo de su amplia trayectoria cinematográfica: “Lograba que el ambiente, a veces tenso de un rodaje, se distendía, paradójicamente, de una forma en que invitaba a la disciplina, al rigor, a la comprensión de lo que estábamos haciendo”.
Por su parte, la primera actriz, María Rojo, no solo reconoció las virtudes actorales de la homenajeada, también aseguró que su talento le permitió ganarse el cariño del público convirtiéndola en “la mejor actriz de este país”.
Cabe destacar que, para continuar celebrando la vida y trayectoria de Ana Ofelia, del 2 al 8 de febrero de 2024, el Imcine y la Cineteca Nacional realizarán una retrospectiva a su obra fílmica, la cual estará integrada por siete películas, mismas que el público podrá disfrutar en la Cineteca Nacional de las Artes.
En su amplia trayectoria, Ana Ofelia Murguía desarrolló un profundo amor por el teatro a temprana edad, cuando fue a ver su primera obra en el Teatro La Capilla, a cargo de Salvador Novo.
Maravillada por esa experiencia empezó su formación en la Academia de Actuación Andrés Soler, donde tomó clases con el maestro Seki Sano, discípulo de Constantin Stanislavski. Seki Sano la impulsó a entrar en la Escuela Nacional de Arte Teatral del Inbal y posteriormente la dirigió en su debut como actriz profesional en la obra Prueba de fuego, basada en la obra The Crucible, de Arthur Miller, en 1956.
Convertida en una de las actrices más emblemáticas y destacadas del teatro nacional, Ana Ofelia Murguía participó en más de 70 puestas en escena y colaboró con Ludwik Margules, Fernando Soler, Neri Ornelas, Manuel Montoro y Salvador Novo.
Desde 2008 formó parte del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro en calidad de actriz de número, donde participó en las puestas en escena: Ser es ser visto, El malentendido, Ilusiones, Una mentira y Éramos tres hermanas (variaciones sobre Chéjov), entre otras.