* Consideran en el Senado que el acuerdo debe incluir coinversiones con capital mexicano y coreano, así como los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Ciudad de México.- En la tercera sesión del Seminario Permanente de Estudios sobre la República de Corea, que organizó la Comisión de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico-África, se analizaron los temas y características que pudieran incluirse en un acuerdo económico entre México y esa nación asiática.
El coordinador del Seminario, Juan José Ramírez Bonilla, explicó que esta mesa de análisis se llevó a cabo en el marco de la voluntad expresada por los gobiernos de ambos países, para reiniciar las negociaciones sobre un tratado comercial.
Juan Felipe López Aymes, profesor del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asentó que el convenio deberá contemplar el mejoramiento de cadenas de proveeduría mexicanas.
Para ello, agregó, será fundamental que existan compromisos para la integración de capital mexicano, es decir que no sólo se impulse a empresas 100 por ciento coreanas, sino que se establezcan condiciones para la coinversión de capital coreano y mexicano, así como elevar el nivel tecnológico en México.
Además, es indispensable incorporar disposiciones para el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de Protección Medioambiental, lo que implica contemplar los derechos laborales para disminuir las brechas de género y eliminar la discriminación, si es que se quiere avanzar más allá de una simple relación económica, consideró.
También, dijo, será importante establecer en el tratado una regulación de responsabilidad social corporativa, que podría derivar en un capítulo sobre protección del patrimonio natural y cultural.
Ramírez Bonilla indicó que discutir el perfil del acuerdo bilateral es necesario debido al nuevo contexto en que se encuentra la zona del Pacífico, sobre todo por la escalada de aranceles por parte de China y Estados Unidos, que afectan el comercio bilateral y ejercen presiones sobre la reorganización del comercio pacífico en la región.
También, por las presiones derivadas de las medidas sanitarias implementadas por la pandemia de Covid-19 y que tienden a fragmentar la economía global en algunas unidades regionales, sobre todo en el caso de América del Norte.
En el mismo esquema, apuntó, se encuentra la puesta en práctica de acuerdos intergubernamentales económicos y la puesta en práctica de acuerdos económicos entre gobiernos del Pacífico, como el proyecto de integración económica integral, encabezado por China y economías asiáticas.