El titular de la ONU insiste en la urgencia de evitar la propagación del conflicto entre Israel y Hamás a la región, y se refiere con alarma a la escalada de violencia en Cisjordania, las tensiones exacerbadas en el Mar Rojo y el continuo intercambio de fuego en la Línea Azul, que ya ha generado desplazamiento de población en ambos lados. También urge a ampliar la entrada de ayuda humanitaria a Gaza para evitar una catástrofe aún mayor.
“Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato”, dijo una vez más este lunes el Secretario General de las Naciones Unidas, reiterando también “nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”.
Antonio Guterres habló ante la prensa en la sede de la ONU en Nueva York para destacar nuevamente la urgencia de que se amplíe la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza para evitar una catástrofe aún mayor a la que ya se observa en ese territorio y para insistir en la necesidad imperiosa de detener las hostilidades sin dilación para evitar que el conflicto se generalice en la región.
El titular de la ONU advirtió de las tensiones desbordadas en Cisjordania, a la álgida situación en el Mar Rojo -que podría empeorar, según sus palabras-, y al intercambio de fuego en la Línea Azul, que podría desencadenar una escalada más amplia entre Israel y Líbano.
“Decenas de miles de personas en el norte de Israel y el sur del Líbano han sido desplazadas por los combates y el acceso humanitario a Líbano es restringido”, alertó Guterres, conminando a las partes a “dejar de jugar con fuego” y a poner punto final a las hostilidades, de conformidad con lo establecido por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Entregar ayuda urgente y sofocar la llama de la guerra
Guterres afirmó que un alto el fuego es la solución para garantizar que llegue ayuda suficiente a Gaza, para facilitar la liberación de los rehenes tomados por Hamás el 7 de octubre, y para “sofocar las llamas de una guerra más amplia”.
Asimismo, advirtió que cuanto más largo sea el conflicto en Gaza, mayor será el riesgo de una escalada mayúscula y de errores de cálculo.
“No podemos ver en Líbano lo que estamos viendo en Gaza. Y no podemos permitir que continúe lo que está sucediendo en Gaza”, recalcó.
El líder de la ONU sostuvo que la situación humanitaria en Gaza está más allá de las palabras, con nadie a salvo en ningún lugar del territorios.
También expresó consternación por “las violaciones claras del derecho internacional humanitario que se observan” y pidió que se investiguen y procesen ante la justicia todas las denuncias de atrocidades por todas las partes.
Cien días de destrucción total y asesinatos sin precedentes
Guterres señaló que si bien no es justificable matar o secuestrar deliberadamente a la población civil, el ataque israelí contra Gaza -que dura ya más de cien días- ha desatado una destrucción total y niveles de asesinatos de civiles a un ritmo sin precedentes durante sus años al frente de la ONU.
Recordó que la gran mayoría de los palestinos asesinados en Gaza son mujeres y niños, y que entre esos muertos sin razón se cuentan 152 trabajadores de la ONU, la mayor cantidad de vidas perdidas en la historia del organismo mundial.
Los trabajadores humanitarios continúan su tarea
No obstante este dolor y sin ninguna garantía de seguridad, los trabajadores humanitarios siguen haciendo todo lo que pueden para cumplir con su labor, agregó.
En este sentido, volvió a solicitar “una solución rápida, segura, sin obstáculos, ampliada y sostenida” para el acceso humanitario a Gaza y el tránsito dentro de la Franja.
El Secretario General denunció los obstáculos impuestos por Israel que encara la operación humanitaria en los puntos fronterizos de entrada a Gaza: “Materiales vitales, incluidos equipos médicos que salvan vidas y piezas imprescindibles para la reparación de instalaciones e infraestructuras de agua – han sido rechazados con poca o ninguna explicación, lo que interrumpe el flujo de suministros críticos y la reanudación de servicios básicos”.
Y cada vez que se rechaza la entrada de un solo insumo, se debe empezar de cero el proceso de aprobación de toda la carga, un proceso que toma mucho tiempo, explicó.
El acceso al norte, aún más restringido
El norte de Gaza es una zona de particular preocupación porque aunque hay cientos de miles de personas que precisan ayuda desesperadamente es todavía más difícil que se autorice el acceso hasta allí, apuntó Guterres, precisando que sólo siete de 29 misiones de ayuda al norte han podido proceder este año.
“Estamos tratando de intensificar la respuesta, pero necesitamos que se establezcan condiciones básicas”, enfatizó, repitiendo su llamado a las partes a ajustarse al derecho internacional humanitario, que ordena respetar y proteger a los civiles, al igual que permitir que se satisfagan sus necesidades esenciales.
Guterres argumentó que, además, debe haber un aumento inmediato y masivo en la oferta comercial de bienes esenciales puesto que la ONU y los socios humanitarios no pueden por sí solos satisfacer las necesidades básicas de la población.