La presidenta de la República de Chile, Michelle Bachelet Jeria, arribó la noche de este miércoles al Distrito Federal, para realizar una visita de Estado a México del 12 al 14 de agosto.
En el hangar presidencial fue recibida por el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña.
Esta visita se enmarca en el 25 aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países, que se restablecieron en el año de 1990.
México rompió relaciones con Chile tras el golpe de estado que derrocó al presidente constitucional de esa nación, Salvador Allende, ocurrido el 11 de septiembre de 1973, el gobierno de la República mexicana a través del presidente Luis Echeverría, rompió relaciones diplomáticas con ese país.
La presidenta Bachelet se reunirá con el presidente Enrique Peña Nieto, con quien revisará la situación actual de la relación bilateral y los mecanismos para fortalecerla; tiene previsto asistir a una sesión solemne de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, sostendrá reuniones con el sector empresarial, dictará una conferencia magistral sobre políticas públicas de género y encabezará un evento sobre cooperación en la sede de la Cancillería.
Como antecedentes hay que recordar, que fue a finales de la década del sesenta ganó la unidad popular en Chile, a través de una coalición política de izquierda organizada en 1969 por los partidos Comunista y Socialista con los radicales y sectores menores, dirigida por la clase obrera.
La coalición condujo en 1970 a Salvador Allende a la presidencia de Chile con un programa muy avanzado, que incluía una política exterior independiente y profundas transformaciones económicas y sociales de inspiración socialista. Pese a las operaciones encubiertas de la Central de Inteligencia Americana (CIA) norteamericana y al complot de la derecha chilena, el cómputo final de la votación fue: Salvador Allende 36,3%, Jorge Alessandri 35% y Radomiro Tomic 27,8%.
Bajo el gobierno de Allende Chile reinició relaciones con Cuba, asimismo retomó la soberanía plena de sus recursos naturales, como de su economía ya que estaban en manos de unos cuantos chilenos y de empresas transnacionales fundamentalmente norteamericanas.
Dentro de las primeras acciones del gobierno de Unidad Popular tomó medidas económicas dirigidas a disminuir el desempleo, redistribuir el ingreso y reanimar la actividad industrial. Expropió 350 latifundios, compró bancos, adquirió por parte del estado empresas monopólicas industriales (textiles, acero, cemento) y minerales (carbón, salitre).
En lo político estas conquistas se tradujeron en el espectacular éxito de UP en las elecciones de abril de 1971, en las que obtuvo el 51% de los votos.
La derecha reaccionó iniciando una campaña contra el gobierno, y lo acusó de sobrepasar la legalidad y usó los medios de comunicación a su disposición -70% de la prensa escrita y 105 de las 115 emisoras de radio–, para desorientar a la opinión de los sectores medios y enfrentarlos al proceso de cambio. Mientras, Allende lograba la más importante reivindicación patriótica: la nacionalización del cobre.
Allende restableció las relaciones entre los gobiernos de Chile y Cuba e inició el rescate de su soberanía plena, de sus recursos naturales y de su futuro económico y político, pues estaba sometido por su economía controlada por grandes consorcios norteamericanos. Sus primeras medidas económicas estuvieron dirigidas a disminuir el desempleo, redistribuir el ingreso y reanimar la actividad industrial. Paralelamente expropió 350 latifundios, compró bancos, adquirió por parte del estado empresas monopólicas industriales (textiles, acero, cemento) y minerales (carbón, salitre). En lo político estas conquistas se tradujeron en el espectacular éxito de UP en las elecciones de abril de 1971, en las que obtuvo el 51% de los votos.
La derecha reaccionó iniciando una campaña contra el gobierno, y lo acusó de sobrepasar la legalidad y usó los medios de comunicación a su disposición -70% de la prensa escrita y 105 de las 115 emisoras de radio–, para desorientar a la opinión de los sectores medios y enfrentarlos al proceso de cambio. Mientras, Allende lograba la más importante reivindicación patriótica: la nacionalización del cobre.
Entre agosto del año de 1971 y enero de 1972, la CIA y la derecha burguesa chilena incrementó su campañas para debilitar al gobierno de Allende: “contra el desabastecimiento”, provocado por los propios sectores de empresariales chilenos; la “degradación de la democracia”, manifestaciones aristocráticas, cacerolas en mano, acciones de las bandas fascistas de “Patria y Libertad”, organización terrorista al servicio de la contrarrevolución y el imperialismo, que concluyeron con el golpe de estado del 11 de Septiembre de 1973 que implementó Augusto Pinochet, quién bombardeo con aviones y tomando por asalto el Palacio de la Moneda, donde murió Salvador Allende. Las relaciones bilaterales fueron restablecidas el 23 de marzo de 1990.