Arribo de Ramírez Cuéllar a Morena profundiza la 4T

Miguel Ángel Schultz

El presidente de México Andrés Manuel López Obrador hasta ahora no tenía una base sólida donde apoyarse para implementar su Gobierno, por la crisis en la que ha estado sumido su partido Morena, situación que se espera esté superada con la resolución de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que validó este miércoles, 26 de febrero 2020, la elección de Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado federal con licencia, como presidente interino del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), al valorar como legal la convocatoria para la realización del congreso extraordinario de enero pasado y que contó con el quórum legal establecido.

La resolución avalada contó con seis votos favor y uno en contra, por lo que Yeidckol Polevnsky, hasta ahora secretaria General con funciones de presidenta de Morena, es sustituida de la dirigencia nacional por Ramírez Cuéllar, por lo que el TEPJF notifica al Instituto Nacional Electoral (INE) que Alfonso Ramírez Cuéllar debe ser registrado como dirigente de Morena tal como lo solicitó.

No se puede negar que Morena ha vivido una crisis por el empecinamiento de Yeidckol Polevnsky de permanecer al frente de su partido, pareciera a costa de lo que fuera, aun poniendo en riesgo el Gobierno de la llamada Cuarta Transformación, que se encuentra acosado por los que no comparten el cambio del modelo de Gobierno, que representa perder sus privilegios, por lo que cualquier error es magnificado, sometiendo a López Obrador a una metódica campaña de desprestigio a nivel masivo.

Desprestigio que se ve favorecido por la situación de inseguridad, de violencia extrema en que se encuentra sumido el país; donde las mujeres están siendo masacradas, al igual que los jóvenes, los defensores de los humanos, el medio ambiente y los periodistas.

Así como la violencia que se desata en las protestas sociales y las agresiones que se cometen un día sí y otro también el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, a los policías estatales o municipales que son asesinados impunemente. Además de un nulo crecimiento económico, sin que se tome en cuenta la fortaleza del peso y los bajos índices de inflación.

En el ámbito internacional tampoco hay vientos favorables para el Gobierno de la Cuarta Transformación, menos con la confrontación que existe entre las grandes potencias China, Rusia y Estados Unidos, cuyo presidente de este último país Donald Trump se caracteriza por hacer jugar todo el peso de su poder militar. Por si fuera poco estamos ante una pandemia del coronavirus que puede llegar a provocar en el país una situación de histeria colectiva, que derive en una crisis política que termine con el Gobierno de la Cuarta Transformación.

Por ello, con la validación de la dirigencia de Ramírez Cuéllar se abre la oportunidad para que el Gobierno de la Cuarta Transformación pueda contar con el soporte necesario para navegar en estas aguas broncas y se pueda consolidar el proyecto de nación, que ha sido el resultado de la movilización, desde hace décadas, de amplios sectores de la sociedad, que no pocas ocasiones pagaron con su libertad o con su vida el atrevimiento de aspirar a un cambio de régimen.

Es verdad que Morena esta llamada a jugar un papel fundamental, pero es sobre todo la sociedad movilizada la que debe asumir como suyo este cambio de régimen, como lo ha venido haciendo hasta ahora, que llenó los vacíos que provocó la crisis de Morena.

Hay que resaltar que ante los embates a López Obrador, pocos salieron en defensa del cambio de régimen que encabeza, a pesar de tener bajo su mando, sus colaboradores, la implementación del Gobierno del nuevo régimen, lo que hacer ver que como antaño llegaron, muchos a servirse y no a servir al pueblo.

El arribo de Ramírez Cuéllar, por su historia personal, coloca a Morena ante la posibilidad de profundizar el cambio que representa el Gobierno de la Cuarta Transformación, de poner en práctica en su interior métodos democráticos, que forjen los cuadros de dirección que requiere no solo Morena, sino el país, que se acabe con las cuotas de cuates y de grupos, con sectarismos, porque el peor error que podría cometer es pasar facturas por los agravios cometido por Yeidckol Polevnsky y las fuerzas que ella representaba, desde luego no es fácil, pero si es necesario un golpe de timón, para construir el partido que permita profundizar y consolidar la 4T.

oaxacaentrelinea.com

@MiguelAschultz

josé

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