El Cairo.- El presidente egipcio, Hosni Mubarak, renunció hoy a su cargo tras 30 años en el poder y luego de 18 días de protestas cedió el poder a las Fuerzas Armadas.
“El presidente Mohamed Hosni Mubarak ha decidido renunciar a su cargo de presidente de la República y ha encargado al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas administrar los asuntos del país”, dijo el vicepresidente Omar Suleiman en un breve discurso en la televisión estatal.
Una explosión de júbilo sacudió varias ciudades de Egipto, donde ondearon banderas nacionales y estallaron fuegos artificiales, según las imágenes televisivas difundidas por las cadenas de noticias qatarí Al Jazeera y estadounidense CNN.
Durante los 18 días de protestas, al menos 300 personas murieron y miles fueron heridas en los enfrentamientos con la policía y los partidarios del ahora ex mandatario, indicó Naciones Unidas.
A lo largo de las casi tres semanas de protestas, el ex presidente tuvo que realizar varias concesiones, como la de nombrar un vicepresidente (el primero en 30 años), echar a su hijo Gamal de la conducción política del Partido Nacional Democrático (PND) y renunciar a su sexta reelección.
El desempleo (9%) y la suba en los alimentos, sumado a un régimen que reprimía todo signo de oposición, fueron los factores que desencadenaron la revuelta.
El Ejército -institución a la que pertenecían Mubarak y su antecesor Anwar El Sadat y Suleiman- se negó a reprimir a los civiles que manifestaban.
Cuando las tropas salieron a la calle, en el cuarto día de reclamos, fueron bien recibidas por los opositores. Ayer jueves un general declaró en la plaza Tahrir que las exigencias de los manifestantes se harían efectivas.
Además de las protestas y la falta de apoyo castrense, el ex presidente también recibió reclamos por parte de la Casa Blanca, el principal aliado que tuvo a lo largo de tres décadas y principal proveedor de insumos militares.
La revuelta en Egipto comenzó luego de que un joven profesional tunecino desocupado se prendiera fuego en Túnez y desatara una ola de protestas contra el mandatario Zine El Abidine Ben Ali, quien renunció luego de estar 23 años en el poder.
Además de Egipto y Túnez, Yemen, Argelia, Siria y Jordania fueron escenarios de grandes manifestaciones en reclamo de cambios en esos países.