Para estas actividades, el Cuerpo de Bomberos cuenta con una plantilla de mil 500 elementos entre hombres y mujeres -350 dedicados a labores administrativas, mantenimiento de estaciones, reparaciones mecánicas, actividades de peluquería, cocina, entre otras; y mil 150 hombres operativos–, quienes responden a las situaciones que surgen a diario en la capital del país.
“Vale mucho pertenecer al personal responsable del control y la extinción de incendios o de cualquier calamidad que se presente o aceche contra la integridad de los habitantes de la Ciudad de México”, afirmó.
Con 44 años de servicio, refiere que siempre existe nerviosismo, estrés y miedo cuando se atiende una emergencia, pero resalta la capacidad y experiencia de cada uno de los elementos para lograr controlar estos temores y hacer frente a las eventualidades que se presentan.
Esquivel Carbajal precisó que el personal en general cuenta con la debida capacitación, por lo que en el momento en que se presenta un siniestro, deben dejar las labores que estén realizando, colocarse el equipo de protección y dirigirse hacia el evento en que se requiera su presencia.
El primer lugar de emergencias lo ocupa el retiro de panales de abejas africanas, seguido por los incendios, las fugas de gas, la caída y poda de árboles; así como la revisión de instalaciones eléctricas afectadas por cortos circuitos, comentó.
Destacó que en los últimos años se ha impulsado la capacitación de nuevas disciplinas que contribuyan a mejorar el trabajo de rescatistas en beneficio de la ciudadanía.
“En lo que va de la administración se han aplicado disciplinas como el rescate canino –ya certificado–, equipo de buzos, rescate vertical y control de sustancias peligrosas”, áreas que no contaban con las correctas instrucciones para operar debidamente. “También se mandó a capacitar a 14 elementos a las ciudades de Toluca y Guadalajara, quienes fueron a entrenarse como rescatistas en un edificio colapsado”.
Agregó que “no regresaron sólo como rescatistas, sino como instructores certificados”, lo que dio la pauta para iniciar un campo de capacitación y del cual surgirá una cuarta generación, por lo que al finalizar el año habrá cerca de 150 elementos preparados para atender una situación así.
Resaltó que entre los momentos que enorgullecen la labor del bombero se encuentra el hecho de rescatar con vida a una persona o a un pequeño que se halle en peligro. Sin embargo, entre los momentos difíciles están los accidentes vehiculares.
A más de cuatro décadas de que ingresara al Cuerpo de Bomberos, el funcionario recordó que en aquel entonces (1969) quería ingresar el Ejército, sin embargo el destino lo llevó a pertenecer al equipo de vulcanos, servicio que abrazó con los años y que si volviera a nacer, escogería otra vez esta noble causa.
Esquivel Carbajal –a nombre del cuerpo de bomberos– agradeció a la ciudadanía por su apoyo y comprensión “sobre todo cuando nos escuchan con nuestra sirena pidiendo el paso y de inmediato se hacen a su derecha o izquierda para cedérnoslo; incluso algunos se suben a la banqueta y me impresionan porque hacen señalamientos para agilizar el tránsito”.
Para cumplir con sus funciones cuentan con vehículos de atención como bombas autocebantes; equipo de extracción utilizado para el rescate de personas atrapadas en vehículos accidentados; equipo neumático que se emplea para levantar objetos o estructuras pesadas a través de cojines llenos de aire; equipo de penetración para materiales y sustancias peligrosos; motos, grúas; moto-sierras de disco y cadena, entre otros materiales especializados.
Los bomberos del Distrito Federal laboran las 24 horas, los 365 días del año y atienden en tiempo y forma a los habitantes de la urbe que requieran de algún servicio de emergencia especializado con llamar al 068 o al 57 68 37 00.
