Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
Aurelio Nuño Mayer, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en un movimiento político, que ha de creer resultado de su genialidad, determinó arrebatarles las banderas a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), a través de quien fuera al inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto, su archienemigo, el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), que dirigió hasta el 26 de febrero del año 2013, Elba Esther Gordillo Morales.
La maestra hoy habitante del Reclusorio Femenil de Tepepan en la ciudad de México, donde fue encerrada, acusada por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada. Calló en desgracia al oponerse a la Reforma Educativa; de nada le valió ser tres veces diputada federal y senadora de la República por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), del que también fue secretaria General de 2002 a 2005.
El movimiento de Nuño Mayer se antoja impecable, ya que el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE dio a conocer ayer, un decálogo, donde fija su posición en torno a la Reforma Educativa, documento que fue enviado a todos sus agremiados, un millón 600 mil, de los que un millón 200 mil, son mentores.
El documento, asegura, busca revisar los avances, contradicciones e insuficiencias de la llamada Reforma Educativa, para hacer escuchar sus demandas, exigencias y propuestas, por ser la dirección nacional y sus 55 secretarios los representantes, legales y legítimos de sus agremiados.
Se pronuncian por una educación de calidad, no podía faltar en el documento el sello de la casa, ya que esa es la cantaleta de Nuño Mayer, y para ponerle pimienta al guiso, asegura que ello no implica renunciar a luchar por el respeto a sus derechos de la educación.
Así la SEP, en voz de la dirección nacional del SNTE, reconoce que es necesario para que exista una educación de calidad el equipamiento tecnológico de las escuelas, que la preparación de los docentes tiene que ser continua, lo que debe representar el eje de la Ley General del Servicio Profesional, por lo que pide se termine con la visión sancionadora punitiva.
Ahora sí reconoce que existe una evaluación punitiva, como lo ha venido denunciando la CNTE; además que es necesario que la evaluación se diversifique, de acuerdo a los contextos nacionales, las evaluaciones se efectúen dentro de la jornada laboral, es decir los profesores dejen de dar clases, para atender asuntos que competen a sus obligaciones laborales, tal como lo hacen los maestros que se oponen a la Reforma Educativa y también demandan que se les capacite para ser evaluados.
También, se pronuncia por que cese la campaña de desprestigio de los maestros, que ha venido sosteniendo el gobierno de Peña Nieto, desde que metió al tambo a su dirigente vitalicia. Se transformen las escuelas normales; que la SEP en breve presente el modelo educativo y pedagógico, proceso en el que debe participar el SNTE. Se pague los estímulos y los salarios prometidos y los derechos adquiridos. Puntos más puntos menos.
Sin embargo, el plan maestro de Nuño Mayer, carece de lo esencial, no se está construyendo con quienes están inconformes, por lo que no tiene los consensos necesarios para que se termine con las intensas jornadas de protestas que se extienden por todo el país.
Además, el funcionario federal se empeña en no sentarse a dialogar con los inconformes, mostrando su rostro autoritario e irracional, que provoca miles de millones de pesos en perdidas y en Oaxaca dejó una masacre que no será olvidada, la del 19 de junio en Asunción Nochixtlán, por lo visto el titular de la SEP no aprendió la lección.
@MiguelAschulz