Miguel Ángel Schultz
No hay vigilancia policiaca al paso de “La Bestia” en el territorio oaxaqueño y la Fiscalía de Atención al Migrante no cumple con su papel; operan con total impunidad bandas delictivas, denuncia el coordinador del Albergue Hermanos en el Camino, Alberto Donis Rodríguez
IXTEPEC OAX.- Los ataques violentos registrados durante los últimos meses contra migrantes a su paso por territorio oaxaqueño, y que han arrojado un saldo de cuatro asesinados y al menos siete lesionados, en dos hechos diferentes, el 29 de marzo y el 16 de abril, dejan al descubierto la impunidad con que operan las bandas delictivas, así como la indiferencia y el fracaso de las autoridades.
Ese tipo de hechos, también confirman la constante violación de los derechos humanos de quienes, por miles, se dirigen hacia Estados Unidos en busca del sueño americano.
El gobierno de Gabino Cué Monteagudo ha tomado medidas que si bien han mejorado la seguridad y el respeto a los derechos humanos de los migrantes, comparado con la situación que existía en el sexenio anterior, hay compromisos que no se cumplen, señaló Alberto Donis Rodríguez, coordinador del Albergue Hermanos en el Camino.
Dentro de los compromisos incumplidos enumera la falta de vigilancia al paso del tren, acuerdo que sostuvieron con Alberto Esteva Salinas, actual secretario de Seguridad Pública del gobierno estatal, a quien le solicitaron su intervención para dar seguridad a la ruta que sigue el ferrocarril donde se transportan los migrantes, sin que hasta el momento se implemente ningún operativo.
En cuanto a la Fiscalía de Atención Inmigrante, ha mejorado en su actuación, desde que fue creada en enero del 2011 a la fecha, sin embargo, aún no alcanza las metas trazadas en cuanto a que la mayoría de las agresiones, violaciones y delitos cometidos contra migrantes quedan impunes.
La fiscalía se inscribió dentro de un programa llamado Modelo Integral de Convivencia Pacífica con Migrantes, que fue presentado en Palacio de Gobierno, ante decenas de representantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos en el que incluso participó, Jon Izaguirre, de la oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU en México.
Respecto a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Alberto Donis consideró que es tanto el desprestigio del presidente de ese organismo, Arturo Peimbert, que se pronuncia porque se quede como está, es decir fuera del tema de los migrantes.
Pide que Peimbert no intervenga en el tema ya que ello representaría mayores conflictos, al considerarlo un apéndice de intereses del gobierno del estado, cuya actuación personal está en duda.
En cuanto al Instituto Nacional de Migración, cuyo delegado José Guzmán Santos, se niega a cualquier entrevista periodística, sostiene que es una instancia que sigue la pauta de los intereses migratorios de los Estados Unidos de Norte América.
Asegura que el INM está financiado por el gobierno estadounidense a través del Plan Mérida.
Además está invadiendo funciones ya que el Instituto de Migración califica la gravedad de las agresiones que padecen los migrantes y con ello se les niega la visa de paso a la que tienen derecho, siempre y cuando hayan sido violentados.
Considera grave que la calificación del delito la haga el Instituto Nacional de Migración y no las instancias judiciales como la Procuraduría de Justicia del Estado o la Procuraduría General de la República.
De ninguna manera, dice, el Instituto debe calificar la gravedad de las lesiones, porque es indebido e impide que las visas se entreguen como es debido.
Violencia creciente
Respecto a los ataques violentos contra migrantes, indica que el más violento se registró el 16 de abril pasado, donde murieron cuatro personas, una de ellas al ser arrojada del tren y tres más quedaron lesionadas de gravedad.
Los hechos fueron cometidos por un grupo de asaltantes durante el trayecto ferroviario Arriaga, Chiapas-Ciudad Ixtepec, Oaxaca.
La agresión a los migrantes se registró en el territorio oaxaqueño entre las poblaciones de Reforma de Pineda y El Sidar en el paraje Yolanda, en la ruta hacia Ciudad Ixtepec.
Alberto Donis Rodríguez señala que llama la atención que tres de los cuatro asesinados fueran mexicanos, al igual que los lesionados, quienes provenían de localidades chiapanecas, a decir de los testigos de la masacre, que antes de ser ultimados venían conversando con ellos.
Los datos se pudieron corroborar con la información proporcionada por las autoridades. La Procuraduría de Justicia del Estado de Oaxaca dio a conocer que los lesionados fueron identificados como Juana Velásquez Roque de 36 años de edad, originaria de Cintalapa, Chiapas; Pablo López Méndez, de 20 años, de Tapachula, Chiapas, y Francisco Javier Solórzano López de 32 años, originario de Tapachula, Chiapas, quienes fueron trasladados a un hospital de la Secretaría de Salud.
Mexicanos agredidos
en su propia tierra
De los cuatro asesinados tres quedaron en calidad desconocidos. Sólo fue identificado Carlos Valentín Villalobos Gordillo, originario de Tapachula, Chiapas; de una segunda víctima se logró establecer que era originaria de Honduras, mientras que las dos víctimas restantes serían de Chiapas.
A decir del coordinador del Albergue Hermanos en el Camino Asociación Civil, Alberto Donis, los carteles que controlan el paso de los migrantes son Los Zeta y del Golfo, porque tienen sus dominios precisamente en los estados del litoral del Golfo de México.
Agregó que el tercer grupo delincuencial que opera en el paso de los migrantes es la Mara Salvatrucha
En tanto, el procurador general de Justicia de Oaxaca, Héctor Joaquín Carrillo, dio a conocer que se logró la detención de uno de los implicados en al ataque y asalto cometido al Ferrocarril del Sureste, donde cuatro migrantes fueron asesinados y otros tres resultaron heridos.
Reveló que el implicado fue identificado como Erick Betanzos Corsi, de origen salvadoreño y vinculado con la banda criminal de la Mara Salvatrucha; capturado con apoyo de la Procuraduría General de la República (PGR), días después del asalto, por tráfico de narcóticos.
El sacerdote Alejandro Solalinde ha demandado a los gobiernos federal, estatal y municipal, tomen las medidas pertinentes, y recordó que en el mes de marzo tres migrantes fueron secuestrados al salir de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, hacia Medias Aguas.
Dijo que a tres migrantes los bajaron del tren, los agarraron a machetazos, uno de ellos fue hospitalizado, va ser intervenido. Por ello, consideró urgente dar protección a los migrantes que son víctimas de la delincuencia organizada, toda vez que son vistos como la mejor mercancía y les cobran hasta 5 cinco mil dólares en cada uno de estos secuestros.
Caravanas masivas
Ahora los migrantes para protegerse empiezan a movilizarse de manera masiva. El jueves 24 de abril llegaron a la estación del ferrocarril de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, unos mil 500 migrantes, habían estado detenidos durante una semana en Arriaga, Chiapas, por un desperfecto del tren carguero y por los asesinatos cometidos el 16 de abril.
Antes se inició la caravana denominada el Viacrucis del Migrante que ha pasado por estados como Chiapas, Tabasco, Veracruz, Puebla, Distrito Federal, Estado de México, San Luis Potosí y llegó a Saltillo, Coahuila, el pasado jueves 1 de mayo, donde se reunieron con el gobernador de esa entidad Rubén Moreira Valdez.
La caravana es organizada por el Movimiento Migrante Centroamericano que
por cuarto año consecutivo ha organizado el Viacrucis, apoyado por diversas organizaciones y sectores de la Iglesia Católica.
Sin embargo, miércoles 30 de abril, otra caravana de migrantes, unos 300 fueron detenidos por elementos de la Policía Federal, de la Policía Estatal de Tabasco y del Instituto Nacional de Migración, cuando el contingente intentó transitar por el municipio de Emiliano Zapata.
El Movimiento Migrante Mesoamericano informó que alrededor de las 19 horas autoridades federales y estatales montaron un retén migratorio a 40 kilómetros de la población de Emiliano Zapata, por donde intentaba marchar a pie el grupo de centroamericanos, a quienes se les impidió abordar el tren de carga que lleva a Estados Unidos. Fueron apresados en la localidad de la Chacamax, en el estado de Tabasco.
La razia de los cuerpos de seguridad provocó que los migrantes huyeran en desbandada hacia los cerros de la zona donde se escondieron en el monte por lo que hay niño niños que quedaron solos.
En un comunicado el Movimiento denunció que Fray Tomas, Fray Aurelio y Rubén Figueroa fueron golpeados por los policías y agentes del Migración, el miércoles 30 de mayo, a las 22:45 cuando siguieron al convoy que lleva a los migrantes para asegurarse que sus derechos sean respetados y no haya violencia física de la autoridad en su contra.
En Tabasco gobierna el Partido de la Revolución Democrática (PRD) Arturo Núñez Jiménez, quien desde su llegada ha mantenido una política antimigrante.
@MiguelAschulz