* El Registro Civil de Oaxaca brinda servicios con el programa Identidad Sin Fronteras
Los Ángeles, California, EU.- Con un lleno total en el Lincoln Park de la ciudad de los Ángeles, California, se realizó este domingo la XXVI edición de la Guelaguetza Oro 2013, que cautivó a propios y extraños con sus bailes llenos de magia, tradición y color.
En la inauguración de la máxima fiesta de los oaxaqueños en esta ciudad, estuvieron presentes la directora del Registro Civil de Oaxaca, Haydeé Reyes Soto y el director General del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM), Rufino Domínguez Santos y Gerardo Pérez Cruz, director del Centro Oaxaca, los tres en representación del gobernador Gabino Cué Monteagudo.
También, estuvieron presentes el Cónsul General de México en Los Ángeles, Carlos Manuel Sada Solana; Mauro Hernández, presidente de la mesa directiva de la Regional Organization of Oaxaca y el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.
En el marco de esta celebración de los oaxaqueños en California, el Registro Civil brindó servicios gratuitos mediante el programa Identidad Sin Fronteras, el cual realiza una visita de atención integral en este estado desde el pasado 8 de agosto y ha beneficiado hasta el momento a más de mil connacionales.
Durante el evento se hizo entrega simbólica de actas de nacimiento a oaxaqueños asistentes. El alcalde de los Ángeles Eric Garcetti entregó de mano su acta de nacimiento a Erica Vilma, originaria de Tlacolula de Matamoros, al mismo tiempo que reconoció y aplaudió el trabajo del gobernador de Oaxaca a favor de los migrantes oaxaqueños.
Más de diez mil asistentes se deleitaron con la presentación de los bailes tradicionales de las ocho regiones de Oaxaca, así como de su gastronomía y artesanías, cantando al coro del “Ya Llegaron los de Ejutla y hasta aquí hemos migrado, pero nuestras tradiciones, no las hemos olvidado”.
Los asistentes quedaron gratamente impresionados con los bailables del Jarabe del Valle, Las Chilenas de Pinotepa Nacional, el inigualable Jarabe Mixteco y Flor de Piña, entre otros.
Fue así que la comunidad oaxaqueña en los Ángeles California demostró una vez más la fraternidad de su pueblo y el amor por sus tradiciones, así como el esfuerzo de hacer que estas perduren en las nuevas generaciones a través del tiempo.
