Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- En el marco del 41 aniversario del Planetario “Nundehui” -que se conmemora el 17 de julio-, oaxaqueños de todas las edades participaron en diversas actividades temáticas del espacio exterior, implementadas por la Secretaría de Administración del Gobierno del Estado.
El subsecretario de Patrimonio, Recursos Materiales y Servicios de la Secretaría de Administración, Jorge López García, dio la bienvenida a los asistentes que entusiasmados se congregaron en la cima del Cerro del Fortín, para dar inicio a la celebración.
Filiberto Cruz Zavaleta, integrante de la Sociedad Astronómica de Oaxaca, impartió una conferencia donde dio a conocer las diversas técnicas de observación de planetas que han permitido dar cuentas sobre la existencia de algún tipo de vida en ellos.
Al terminar la conferencia, los asistentes apreciaron la obra de 40 estudiantes del Taller “Rufino Tamayo”, quienes fusionaron ciencia y arte plasmadas en 50 piezas artísticas en litografía, pintura, escultura y cerámica, dando a conocer la interpretación que cada artista tiene sobre el universo.
En un ambiente de celebración por el 41 aniversario del Planetario “Nundehui”, la atracción principal fue la exposición de meteoritos con más de cuatro millones de años de existencia.
Y es que desde el año 1976 el Planetario “Nundehui” funge como un espacio destinado a la difusión del conocimiento astronómico. Su creación surgió debido al eclipse solar de 1970, siendo Oaxaca uno de los puntos con mayor apreciación que atrajo la visita de científicos de diversas partes del mundo, de ahí radica el nombre “Nundehui” cuyo origen proviene del mixteco y significa “De cara al cielo”.
Fue hasta el 17 de julio de 1976, cuando el Gobierno del Estado de Oaxaca encabezado entonces por Manuel Zárate Aquino –que con el apoyo del Comité de “Ciudades Hermanas de Palo Alto”- anunció la creación de un lugar en el que toda la población podría empaparse de conocimientos relacionados con el espacio exterior.
Este 2017, el Planetario “Nundehui” cumple 41 años de ilustrar a miles de niños y jóvenes las maravillas del universo y regiones naturales en una atmósfera tridimensional, despertando el interés de cientos de generaciones de escolares por esta ciencia que ha permitido conocer “de dónde venimos y a dónde vamos”.
