Columna de Horacio Corro Espinosa
Para el 7 de diciembre de 2016
Oaxaca está viviendo un momento de muchas preguntas sin encontrar las respuestas correctas. Ante eso, muchos se la pasan mirando para todos lados sin poderle atinar a nada.
Los más osados, salen a buscar en medio de los asesinatos, de la inseguridad, de la incertidumbre, y de los preocupados por ocupar algún cargo dentro del gabinete de Murat, algún huesito para estar dentro de la atmósfera muratista.
Son muchos los que buscan un enchufe que los conecte a algo o a alguien para no quedar fuera del presupuesto.
Los tiempos modernos ya no permiten que digas que vas en busca de un espacio para defender la Revolución, porque esa fue embalsamada hace mucho tiempo; ahora se trata de pelear con garras, colmillos y los más vulgares trucos para conseguir la chamba. Esos son los suculentos, nutritivos y amados “huesos”.
Muchos de los contratados en esta semana, aunque se diga lo contrario, tienen antecedentes de robo, otros están inhabilitados o cuando no, tienen procesos pendientes en la Auditoria Superior del Estado. Sólo con estos tres puntos, es claro que se están chamaqueando a Murat y a sus secretarios. Aunque el gobernador solo se conforma con que le presenten su 3de3.
Todo lo que está pasando al interior de las secretarías con las contrataciones, es un verdadero pachangón. Muchas personas metieron sus papeles a diferentes oficinas, como si se tratara de un verdadero juego de azar.
No cabe duda que la mayoría de los buscadores de huesos, se sienten cuatísimos de todos los que ya ocupan un cargo importante en tal secretaría, y hasta le prometen a sus cuates llevarlos a ocupar un sitio envidiable, no para contar morralla, sino billetes.
Todos suponemos que los que ocupan o van a ocupar un lugar en esta administración, es porque tienen en su haber algo trascendente que hicieron en su vida, pero desafortunadamente no es así, muchos de los que han sido contratados son unos ágiles y livianos trapecistas que a lo largo de su vida arrastran una estela de corruptelas.
Pero como nunca faltan los amigos que están dispuestos a todo, ponen en práctica sus virtudes para desaparecer los más negros antecedentes de sus cuates.
Como no quiero sentirme cómplice de los rateros que se están agregando al equipo de Murat, prefiero no quedarme callado ante la plataforma que están construyendo para que otros caminen sobre ella y puedan seguirle robando a Oaxaca. ¿Qué cuáles son esas secretarías? No voy a decirlo porque sería como hacerle la chamba al gobierno.
En verdad, por toda esa gente que están contratando, parece que se prepara un espectáculo deshonroso para que en unos meses más se desarrolle la indecencia misma.
En realidad son unos delincuentes, bandidos, tramposos, ventajosos que hace unos cuantos años apenas fueron corridos por lo mismo.
Si este gobierno no hace un alto ahorita que es tiempo, más adelante no tendrá la menor autoridad moral. Las oficinas se están llenando de traidores, oportunistas, mezquinos, intrigantes, incultos, carentes de moral, pero eso sí: se están acomodando para después irse con las bolsas llenas de dinero.
Una de dos: o Alejandro Murat cree que los oaxaqueños no tenemos memoria, o en realidad no conoce a la gente, por eso está aceptando a los más ratas. Lo que sí es cierto, es que a él y a sus secretarios se los están chamaqueando.
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