* El gabinete recién abierto al público en el Museo Nacional de Arte permite descubrir, a lo largo de 40 piezas, no solo el pasado y las transformaciones de la urbe, sino el trabajo de diversos artistas y sus técnicas
Ciudad de México.- A inicios del siglo pasado el Kiosco Morisco no estaba en la colonia Santa María la Ribera, sino en la Alameda Central, como deja testigo la imagen que el fotógrafo francés Alfred Briquet tomó alrededor de 1900, cuando un grupo de personas estaba reunida al interior de la edificación, algunos se distinguen con sombreros de la época, otros visten con ropa de manta. Esta es la obra más antigua de la exposición Ciudad de contrastes, gabinete de fotografía y gráfica, recientemente abierto al público en el Museo Nacional de Arte (Munal).
Además, esta pieza titulada Pabellón morisco es ejemplo de una antigua técnica, la albúmina, muy utilizada durante la segunda mitad del siglo XIX y que entró en desuso en el XX debido a los progresos tecnológicos, por lo cual este espacio se vuelve una oportunidad para descubrir, a lo largo de 40 piezas, no solo el pasado de la Ciudad de México, sino el trabajo de diversos artistas y sus técnicas, señalaron en entrevista los curadores David Caliz y Ramón Avendaño.
“Bajo la pregunta sobre cómo se pueden evidenciar las transformaciones de la Ciudad de México a partir de la gráfica y la fotografía, la curaduría del museo planteó un espacio que mostrara el proceso de modernización de la ciudad, que reflexiona sobre el desarrollo de las técnicas artísticas y que tuviera una paridad de género en términos de representación, con obra de mujeres excepcionales, como Vita Castro, Esperanza Cervantes, Paulina Trejo, Angelina Beloff y Tina Modotti”, detalló Caliz.
Explicó que el Munal siempre se ha preocupado por tener gabinetes que exhiban la importancia de estas dos disciplinas, pues resguarda importantes acervos que abarcan nombres como José Guadalupe Posada, Cano Manilla, el Fondo Amador Lugo Guadarrama y Ricardo Pérez Escamilla.
En el caso de la fotografía, cuentan con el Fondo Olivier Debroise, que reúne una cantidad importante de fotografía del siglo XX y albúmina del siglo XIX. Además de la ciudad, la colección tiene una importancia fuerte en temas políticos, con carteles del Taller de la Gráfica Popular (TGP) y la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), así como de impresos.
“Al plantear su renovación, quisimos que estas dos disciplinas dialogaran a partir de una temática en común y la capital ha sido una constante fuente de inspiración para los artistas. Lo que nos planteamos era que el recorrido tuviera tres tipos de lecturas: Primero, la transformación de la ciudad; segundo, que la gente pudiera conocer cuáles son las técnicas y las diferencias que existen entre la fotografía y la gráfica y, tercero, un cuestionamiento teórico sobre el concepto de reproductibilidad”.
De esta manera, el recorrido cuenta con obras realizadas a inicios del siglo XX, como la pieza de Briquet, hasta 1954, con la fotografía Anarquía arquitectónica de la Ciudad de México, de Lola Álvarez Bravo, “un collage fantástico donde se superponen varios edificios emblemáticos de la ciudad y que habla también sobre el crecimiento urbano y esta efervescencia arquitectónica que se vivió en la capital”.
Detalló que el recorrido busca explorar y mostrar a la ciudad como una especie de palimpsesto, es decir, una ciudad construida sobre otra ciudad, y sobre otra ciudad: “El gran ejemplo puede ser la Plaza de las Tres Culturas, una ciudad prehispánica donde emerge una virreinal y luego una moderna.
“A partir del título Ciudad de contrastes, retomado de la litografía de Alberto Trinidad Solís, donde se alcanza a verificar una escena de la Ciudad de México que hace evidentes las desigualdades sociales, pero también esa transformación y crecimiento de la hoy metrópoli, es que se integran grabados como Patios de Buenavista, de Alfredo Guati, o Nonoalco, de Carlos García, los cuales ilustran esos lugares que alguna vez fueron ‘las periferias’, con ambientes todavía de campo, pero que hoy son céntricos y forman parte de la gran urbe”.
“Otro aspecto que se explora en este gabinete es el concepto de ‘reproductibilidad’, el cual es inherente tanto a la gráfica como a la fotografía, pero pone en cuestión conceptos como ‘obra de arte’, ‘originalidad’, ‘autoría’. Para guiar al visitante, los curadores plantearon un esquema que se basó en la máquina de pensar del filósofo Raimundo Lulio, a partir de un cuento de Jorge Luis Borges”.
“La intención de este esquema es, más que dar verdades absolutas, que nuestros visitantes se vayan con cuestionamientos sobre si la fotografía reproduce la realidad, si el grabado es predecesor de la fotografía, si puede una obra mantener su originalidad después de reproducirse múltiples veces, quién es el verdadero autor una obra fotográfica, de un grabado, o si hay una diferencia entre una fotografía publicada en una revista o expuesta en un museo”.
Por lo anterior, se integran obras como el óleo El desayuno y la litografía Trabajadores desayunando, ambas de Pablo O’Higgins, que muestran la misma escena en diferentes soportes, así como una serie de impresos, la revista Mapa, en la que participó Juan Rulfo con fotografía y texto, que incluye propuestas de recuperación urbana casi utópicas, o Mexico, this Month, de Anita Brenner, que con ilustraciones y fotografías, “evidencian la transformación de Tlatelolco y un mapa bellísimo sobre Paseo de la Reforma. La intención es que el documento hemerográfico pueda recuperar su carácter expositivo y que la obra de arte también pueda recuperar su valor documental”, señaló Caliz.
Entre otras piezas se exhibe el grabado México se transformó en una gran ciudad…, de Alfredo Zalce, que se puede leer en términos estéticos y como documento histórico, pues invita a reflexionar sobre si los cambios sufridos en la capital, bajo la idea de progreso, arropó a todos, así como la fotografía Niño en el vientre de concreto, de Héctor García, “quien retrató a las infancias que vivieron en la calle y vislumbra estas contradicciones de la modernidad”.
El espacio también ofrece herramientas de mediación para conocer las técnicas gráficas: xilografía, litografía, linografía, punta seca, y en el caso de la fotografía: albúmina, la plata, gelatina y collage.
El Museo Nacional de Arte se ubica en Tacuba número 8, colonia Centro, Alcaldía Cuauhtémoc. Horario de visita, de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.