Entrelíneas

Miguel Ángel Schultz

Vaya coincidencia que se dio ayer martes en Oaxaca Día de la Candelaria, al efectuarse una manifestación de homenaje luctuoso al guerrillero y maestro guerrerense, Genaro Vázquez Rojas, quien murió en un supuesto accidente automovilístico hace 44 años, un 2 de febrero en Morelia, Michoacán, y el registro del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a gobernador, Alejandro Murat Hinojosa. Ambos eventos como broma del destino, se efectuaron en la entrada poniente de la ciudad de Oaxaca, ¿será un anticipo de lo que podría ocurrir?.

Vázquez Rojas fue maestro normalista egresado de la Escuela Raúl Isidro Burgos, conocida como Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, del municipio de Tixtla, Guerrero, y formó parte del movimiento democrático magisterial en la década de los años 60, que tenía presencia en los estados de México, Guerrero, Oaxaca y Chihuahua. Es decir, egresado de la misma institución donde eran alumnos los 43 estudiantes desaparecidos, el 26 de septiembre del año 2014 en Iguala, municipio gobernado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

La manifestación de ayer martes fue realizada por el llamado Frente de Organizaciones Antisistémicas, que lo conforman el Movimiento de Unificación de Lucha Triqui (MULT); Comuna Oaxaca y el Frente Popular Revolucionario (FPR), que partió en marcha del mercado zonal de Santa Rosa con destino al Zócalo de la ciudad.

Estas organizaciones no se consideran ensimismas proclives a la vía armada. Sin embargo, han estado envueltas en una espiral de enfrentamientos armados, sobre todo el MULT, que ha costado la vida a cientos de personas, provocando también un sin número de desplazados, familias desintegradas y algunos desaparecidos. A su vez, el FPR ha protagonizado acciones violentas, donde se han suscitado hechos de sangre; destruido urnas en las pasadas elecciones federales en Oaxaca, lo que los ha llevado a tener a algunos de sus integrantes encarcelados, a los que consideran presos políticos; al igual que Comuna, que dirige Flavio Sosa Villavicencio.

Es necesario recordar las circunstancias que llevaron a Vázquez Rojas a la lucha armada y dejar la protesta social. En el año de 1959 funda la Asociación Cívica Guerrerense (ACG) y la Central Campesina Independiente (CCI), con marcada influencia del Partido Comunista de México (PCM), con las que se opuso al gobernador de Guerrero, Raúl Caballero Aburto, del PRI, por lo que fue detenido y posteriormente liberado.

Para exponer la violencia política que se vivía en Guerrero se entrevistó con el entonces presidente Adolfo López Mateos, al que le pidió la destitución de Caballero Aburto; Al continuar las protestas fue detenido nuevamente y encarcelado en Lecumberri, en la ciudad de México, y liberado por un comando armado en 1968. Inició así el camino de las armas, a través de Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), acciones armadas que se extendieron a la Costa de Oaxaca.

En respuesta, ya en los años 70s y con Luis Echeverría como presidente de la República, el gobierno de México inició lo que se conocería como la “guerra sucia”, que se caracterizó por la militarización de Guerrero; las desapariciones forzadas; las ejecuciones sumarias y la conformación de cuerpos policiacos especiales que actuaron en total impunidad.

Si bien esto no se da de esta forma en Oaxaca, si podría ser el resultado de un gobierno que opte por la represión más descarnada y no sutil y selectiva, como la que practica el gobierno de Gabino Cué, de ello hablan el más de medio millar de personas que han sido asesinadas en Oaxaca, como resultado de conflictos políticos y sociales.

Asimismo, la censura que practica hacia comunicadores y medios de información que le resultan incomodos. Por ello es necesario recordar lo que pocas veces se recuerda, como la vida de Vázquez Rojas, para que no se deslicen las protestas a la criminalización y a la lucha armada. Este riesgo se corre si los resultados electorales de actual proceso son el resultado de un fraude y por lo tanto de una imposición.

Pareciera que el destino nos anticipa lo que podría ocurrir en Oaxaca, con el proceso electoral en curso, de agotarse la vía pacífica a la elección de autoridades, empezando por la de gobernador, diputados y presidentes municipales, ante un clima de violencia como la que se ha venido registrando ya. Además por el descredito del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), que preside Gustavo Meixueiro Nájera, por andar justificando los intereses de José Zorrilla de San Martín Diego, secretario de Turismo y Desarrollo Económico, con una consulta ilegítima sobre la construcción del Centro de Convenciones en el Cerro del Fortín, lo que nos habla de un árbitro electoral al servicio del poder y en este caso del PRI, donde el presidente tiene sus orígenes.

@MiguelAschulz