No sé si pueda llegar a ser sólo una fantasía o quizá se transforme en realidad, pero se me ocurre iniciar de nuevo con este país. Sí, así como se escucha, cambiar de bandera, de himno nacional y de todo aquello que represente al México que ya conocemos. En verdad dan ganas de hacer eso y otras cosas más.

Primero: sabemos que los diputados y senadores aprobarán más y más impuestos, que no todos pagamos, pero que si no hay una seguridad de qué pasará con tu dinero, pues así a quién le dan ganas de pagar impuestos.

Segundo: Están cayendo fragmentos de meteoritos en algunas partes del mundo. Por eso debemos buscar un nuevo lugar para vivir. No podría ser la luna, porque según un artículo que leí el año pasado en Le courrier internacional, la luna no es de queso y ya la tienen repartida las grandes potencias: Estados Unidos, Rusia, China, La Unión Europea y si no me equivoco, Japón. O sea que ese camino ya está vedado. Una fiesta a la que no fuimos invitados y por lo tanto, no nos tocará ninguna rebanadita del pastel.

Tercero: El PRI regresó a los Pinos y Elba Esther Gordillo sigue en el sindicato de maestros logrando que el país se pierda en la ignorancia. Además, sé que esto ni lo va a leer la señora Gordillo ni a nadie le interesa cambiar la educación en México, o a casi nadie. Además, todo lo que hace esta señora está legalmente establecido, o sea, que les vale seguir usando el dinero para lo que se les antoje. Pero insisto, esto no lo va a leer ni ella, ni sus colaboradores ni alguien involucrado. Así que puedo seguir hablando. Por cierto, tampoco creo que un colaborador cercano a nuestro ilustre presidente vaya a leer esto, por eso digo que si el PRI regresó a los pinos y la supuesta “izquierda” mexicana lo apoya, con su firma del pacto por México, pues ya nos cargó el chahuistle. Así que tenemos que buscar otro lugar dónde poder vivir y que se queden con todo. Además, poco a poco lo están haciendo.

Cuarto: En Oaxaca la energía eólica es la sensación. Ya saben, ese discurso de energía limpia. Pero en realidad no sirve de nada si las empresas que generan esta energía sólo se aprovechan de las comunidades donde se instalan, ya que ni les pagan bien por el usufructo de sus tierras, ni ayudan al mejoramiento del entorno con escuelas, carreteras, servicios de salud ni nada que se le parezca. Además el gobierno federal y estatal dejan instalarse a este tipo de empresas recibiendo algún dinero, que en realidad representa lo más mínimo de lo que serán sus ganancias. Así que tanto los pobladores, como los gobernantes recibirán migajas.

Quinto: La energía renovable manejada por las grandes empresas huele a que no son amigos del medio ambiente ni hermanitas de la caridad. Sino simple y sencillamente representa un gran negocio. Ellos invierten su dinero en tecnología, después de producir energía “limpia” cuantifican las cantidades de Co2 que no se lanzaron al ambiente, llegan a la bolsa de valores y lo transforman en Bonos de Carbono que es un dinero que las empresas de los países desarrollados pagan cuando sobrepasan las cantidades que sí produjeron de emisiones de Co2. Esto surgió a partir de la firma del Protocolo de Kioto sobre gases contaminantes. (Aquél que Estados Unidos no quiso firmar para no pagar nada) Principalmente es una forma de curarse en salud de algunos países desarrollados, además, impedir que los países en vía de desarrollo, o pobres, contaminen a su antojo, como ellos lo hicieron por algunos siglos, desde la Revolución Industrial; pero en realidad es una barrera para impedir su progreso. Además que las empresas de energías renovables, casi todas son europeas y como ellos sí pagan las multas de excesos de gases contaminantes, pues es una forma de recuperar su dinero engañando al mundo. Más información sobre los Bonos de Carbono: http://es.wikipedia.org/wiki/Bonos_de_carbono

Sexto: ya ni ganas dan de seguir hablando o escribiendo. Pero, la neta, vámonos haciendo menos…