Por Horacio Corro Espinosa
Para el 23 de diciembre de 2016
El actuar de la policía siempre revela el proceder de nuestras autoridades de gobierno. Indica, además, la problemática social, el nivel de la violencia y de la inseguridad.
En la medida en que la policía actúa, en esa misma disposición será la postura de nuestras autoridades, que puede ser violenta, arbitraria, dominante, extorsionadora, deshonrosa, corrupta, o sus contrarios positivos.
Parece que la chamba de la policía es dedicarse a cuidar las puertas de los antros ubicados en el centro de la ciudad, y ver pasar a los niños que caminan frente a ellos hasta el gorro de chupes.
Verdaderamente, en su mayoría, son niños los que entran y salen de los bares a altas horas de la noche ante la complacencia de las autoridades municipales.
Sería interesante saber en números, la cantidad de jovencitos que ingresan a esos centros de recreación nada sanos.
Hace años, cuando por primera vez Luis de Guadalupe Martínez Ramírez fue presidente municipal de Huajuapan, dispuso que los policías municipales cuidaran a las personas en estado de ebriedad hasta sus domicilios para evitar ser asaltadas o agredidas. Así que la policía se volvió descuidada con el pueblo y atenta con los borrachos.
Muchos creen que los planes de Luis de Guadalupe, en ese entonces, era llevar a los jovencitos a los lugares del vicio para desbaratar sus vidas, pues en muchos de los expendios de licor son centros de capacitación de delincuentes.
Hoy, la policía municipal de Huajuapan de León, Oaxaca, trata de terminar con la juventud de otra manera: a golpes.
Después del siguiente relato, tal vez salgan en defensa de la policía municipal los mismos regidores o el mismo presidente con licencia, o incluso, el mismo hijo del presidente, el diputado local Luis de León, quien por sus pistolas, ha ordenado a la policía municipal de ese lugar para que saquen de la cárcel a sus amigos, y la policía agachona, ha obedecido dócilmente.
Pero eso de sacar de la cárcel a cualquiera no es nuevo en este ayuntamiento que esta por fenecer. Lo mismo hicieron otros tres regidores de esta municipalidad. Durante tres años violaron todo reglamento e hicieron lo que quisieron.
La policía de Huajuapan se convirtió en una máquina de represión, y lo digo con causa justificada, pues el año pasado fui agredido también por estos elementos.
El domingo 18 de este mes, Christian Reyes Ramírez, comisario de Seguridad Pública en Huajuapan, golpeó brutalmente al joven Miguel Ángel Bautista Osorio, quien ya presentó su denuncia en el Ministerio público.
El famoso Christian y orgullo de Luis de Guadalupe, llegó en un vehículo del municipio a golpear al joven. El comisario de Seguridad, iba, aseguran los testigos, en estado de ebriedad o tal vez drogado.
El joven Miguel Ángel se preparaba para bajar de un vehículo cuando sintió el primer cachazo en la cabeza propinado por Christian Reyes. Le dio tantos cachazos hasta que se cansó su pistola, así que enseguida sacó su tolete y le dio con él hasta dejarlo medio muerto en la calle.
¿Y ustedes creen que la policía municipal o estatal llegó al lugar para rescatar al joven? ¡Exacto! Nunca se apareció.
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