Con son jarocho y stambeli tunecino, el público celebró 90 aniversario del Palacio de Bellas Artes

* En la Sala Principal alternaron y unieron voces los integrantes de Mono Blanco y LeoMbri

Ciudad de México.- Sábado de fiesta, hermanados por el son y el stambeli, el público respondió jubiloso con aplausos y el vaivén de sus cuerpos al ritmo de la música. Las tarimas probaron el vibrante zapateado jarocho y los acompasados pasos tunecinos.

El Palacio de Bellas Artes vibró la noche del sábado con Mono Blanco y LeoMbri aunque las agrupaciones interpretaron al unísono varias piezas, como El mundo se va a acabar o El toro zacamandú, la gente coreo frases musicales, siguió con las palmas el canto de Wissal Naceur.

En el marco del 90 aniversario del Palacio de Bellas Artes y del Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2015-2024), el concierto El son jarocho y el stambeli, un diálogo entre Túnez y Veracruz permitió acortar fronteras y enlazar a dos grupos y sobre todo el vínculo entre dos instrumentos, la “guembri” y la “leona”, y hacer arreglos de ambos repertorios musicales tunecinos y mexicanos.

El programa reunió temas como El cascabel (son jarocho tradicional), Ali Tango – Malika – Doudou Brahim – Bahryet (stambeli tradicional), El siquisiri (Son jarocho tradicional), Baile zapateo (stambeli, diálogo leona, gombri y percusión venezolana), El mundo se va acabar (Gilberto Gutiérrez Silva, jarana canto y baile), Arbia – mama zahra – ya wli allah (stambeli tradicional), Canción del Tajín (Gilberto Gutiérrez Silva), Sarkongari (stambeli tradicional), Sidi Marzûg – El toro zacamandú (stambeli tradicional – son jarocho tradicional).

Durante el concierto, el director de Mono Blanco, Gilberto Gutiérrez, agradeció a la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, la presentación en el Palacio de Bellas Artes, en donde se hermanaron músicos de Venezuela, Cuba, Puerto Rico y de México, así como de Túnez, que forma parte de uno de los 54 países de África.

Posteriormente, Jiménez López felicito a los integrantes de las dos agrupaciones y les agradeció el formar parte en esta actividad conmemorativa del 90 aniversario del recinto cultural más importante de México.

Cabe señalar que en el concierto que ofrecieron el grupo de son jarocho Mono Blanco y los músicos tunecinos de LeoMbri participaron: la directora artística Ikbal Hamzaoui, quien también estuvo en el teclado; el pianista español, de origen cubano, Omar Sosa Palacios; el percusionista venezolano Gustavo Ovalles Palacios; el músico Pablo Hernández Mejías, cuatro puertorriqueño; Zouheir Gouja, acordeón y gambra; Wissal Naceur, canto y baile; Mohamed Khachnaoui, gombri, gambra, chqacheq, coro; Karim Touwayma, shqasheq, baile, coro; Slim Molki, shqasheq, coro; Gilberto Gutiérrez Silva, jarana, canto y baile; Gisela Farias Luna, canto, jarana y baile; Juan Manuel Campechano Yan, leona y canto; Octavio Vega Hernández, requinto y canto.

El concierto propició un diálogo entre los aspectos rítmicos, las técnicas de interpretación y los lenguajes de estos dos géneros musicales, como una manera de reconocer la raíz negra que está presente de una forma vital en nuestra cultura.

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