Bajo el roble blanco que fuera sembrado en el año de 1965 por las autoridades de Oaxaca y Palo Alto, Villacaña Jiménez, a nombre del pueblo de Oaxaca, agradeció el apoyo recibido por esa ciudad del estado de California, que en estos 50 años, ha dado muestra de que las diferencias pueden transformarse en una oportunidad de sumar por un bien común.
“Hoy, al pie de este árbol que es portento de la naturaleza y testimonio de vida y amistad, refrendamos los vínculos de fraternidad entre nuestros pueblos y ciudades, mostrando nuestro mayor beneplácito por seguir compartiendo ideales y convirtiendo en realidad nuestros propósitos conjuntos”, aseguró el mandatario.
Ante Nancy Shepherd; la vice alcalde, Elizabeth Kniss; el miembro del Consejo, Gregory Scharff y el gerente de la ciudad de Palo Alto, James Keene, el edil capitalino ponderó que la suma de voluntades entre ambas poblaciones permita proyectar la riqueza artística y cultural de Oaxaca y convertirla en fuente inagotable de desarrollo.
Junto a la comitiva procedente de Palo Alto, California y los miembros del Comité de Ciudades Hermanas Oaxaca-Palo Alto, Villacaña Jiménez y Nancy Shepherd develaron la placa conmemorativa donde se asienta el compromiso firme de seguir siendo ciudades fraternas, cuyo trabajo conjunto sea razón de ser y origen del bienestar común.
En esta emotiva ceremonia también participaron Henry Heubach y Martin Deggeller, representantes del Club Kiwanis y Neighbors; Tony Cardoza, agente de Viajes para Neighbors Abroad, así como representantes de los Comités de Hermanamiento: Marion Mandell, vice presidenta para Oaxaca de Neighbords Abroad; y Soledad Osogobio Cuevas, presidenta del Comité de Ciudades Hermanas Oaxaca-Palo Alto A.C.
El hermanamiento entre Oaxaca de Juárez y Palo Alto inició en 1964, ha permitido realizar diversos los intercambios académicos y culturales, enriqueciendo los lazos de cooperación y solidaridad entre ambas entidades.
