El secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero Arroyo, aseguró que en 2011 será necesario mantener el esfuerzo de austeridad y contención del gasto en la administración pública, para atender presiones en rubros como pensiones, beneficios sociales como el Seguro Popular y la inversión en las entidades.
Al reunirse en San Luis Potosí con el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), el funcionario previó que para 2011 los ingresos petroleros serán similares a los de 2010, debido a que los precios y la plataforma de producción han mantenido niveles parecidos.
En el caso de los ingresos tributarios, el funcionario calculó que tendrán un incremento consistente con el crecimiento económico esperado.
En este sentido, el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dijo que la propuesta de Paquete Económico que se enviará al Congreso de la Unión para su discusión y aprobación tendrá como propósito atender las necesidades del país en un marco de responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas.
Respecto al actual entorno económico nacional e internacional, señaló que si bien la economía de Estados Unidos muestra signos de desaceleración, se mantiene la expectativa de un crecimiento positivo en la segunda mitad del año.
A través de un comunicado de la SHCP, Cordero Arroyo afirmó que México tiene un sistema bancario sólido, y que la actividad económica tiene una recuperación impulsada inicialmente por la producción industrial y con un repunte posterior en los servicios.
En ese sentido, y conscientes de que la recuperación mundial no está exenta de riesgos, la estimación de crecimiento para 2010 continúa en 4.1 por ciento, aunque algunas previsiones de analistas contemplan escenarios de 4.5 por ciento, señaló.
“Finanzas públicas sanas y sostenibles son condición necesaria para el desarrollo. De ahí la importancia del ajuste fiscal aprobado en 2009, que se ha complementado con otras acciones, como el aumento en el número de contribuyentes”, afirmó.
El funcionario reiteró que la conducción de las finanzas públicas mantendrá la línea de prudencia que permitió al país poder afrontar en mejores condiciones los efectos de la crisis internacional.
